La oposición acusa al Gobierno de responder solo ante crisis migratorias mediáticas

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

La diputada del PP Álvarez de Toledo recibe el aplauso de sus compañeros de partido durante el pleno sobre el Open Arms
La diputada del PP Álvarez de Toledo recibe el aplauso de sus compañeros de partido durante el pleno sobre el Open Arms FERNANDO VILLAR | EFE

Calvo defiende la gestión realizada con el Open Arms y asegura que el buque rechazó atracar en un puerto español

30 ago 2019 . Actualizado a las 09:10 h.

La última crisis migratoria en el Mediterráneo sirvió a la clase política española para lanzarse los trastos a la cabeza. El Congreso celebró un pleno extraordinario para que el Gobierno diera explicaciones sobre su gestión con el Open Arms, la embarcación inmovilizada la pasada semana en un puerto italiano sobre la que un juez levantó este jueves la orden de embargo.

El pleno se celebró con el ensordecedor ruido de fondo que están generando las negociaciones para un nuevo asalto a la investidura de Pedro Sánchez. O mucho cambian las cosas de aquí a tres semanas, o todo apunta a que el socialista no logrará desbloquear el asunto, por lo que la posibilidad de una repetición electoral cobra cada vez más fuerza. El escenario perfecto para una sesión bronca justo al regreso de las vacaciones, para no perder la costumbre.

Como era previsible, la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, forzada a comparecer por la unión de fuerzas de Podemos, PP y Cs, fue el objeto de gran parte de las críticas.

La portavoz parlamentaria de los populares, Cayetana Álvarez de Toledo, acusó al Gobierno de «hacer negocio electoral bajo la máscara de la solidaridad», al entender que no actuó hasta que la crisis de la embarcación humanitaria no ocupó las primeras planas de los periódicos. Nada nuevo, ya que el pasado año actuaron de forma similar con el Aquarius, barco al que utilizaron como «un spot publicitario sin el más mínimo escrúpulo ni pudor», dijo.

Álvarez de Toledo lamentó que no fuese Sánchez el que tuviese que dar la cara, tal y como había propuesto su grupo, pero que finalmente se libró gracias a Podemos. «Lo veta y lo humilla y el señor Iglesias se lo agradece impidiendo su comparecencia, eso es masoquismo político», afirmó.

Los ataques desde la derecha también llegaron por parte de Inés Arrimadas, portavoz de Ciudadanos, que criticó al Ejecutivo ya que los «únicos beneficiados de sus bandazos son las mafias. Vayan a Europa a buscar soluciones, no solo a cenar», le sugirió a Sánchez a raíz de la invitación que recibió de Macron para participar en la cena oficial celebrada por el G7 en Biarritz. Todavía más a la derecha, el presidente de Vox, Santiago Abascal, que defendió desde la tribuna de oradores que «quien entre a España de manera ilegal no pueda regularizar nunca su situación». Calvo se refirió a este como «portavoz de Orbán y Salvini». 

«Ilegal es dejar morir a gente»

Por su parte, la portavoz de Podemos, Noelia Vera, aseveró que «lo único ilegal en este asunto es dejar morir a gente en el mar», y, en la línea del PP, afeó al Gobierno de interesarse solo por los casos más mediáticos.

Mientras, Carmen Calvo defendió la actuación del Gobierno al asegurar que el buque no quiso «en ningún momento venir a puerto español», cuando en otras ocasiones sí había aceptado atracar en Algeciras.