La España vacía aumenta y ya afecta a las pequeñas y medianas ciudades

Pablo medina / m. l. REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

El personal cualificado emigra a las grandes urbes ante la falta de oportunidades en la suya

19 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El éxodo poblacional ya no es solo un problema que afecte al medio rural. Las ciudades globalizadas se han convertido en el destino de referencia de la mayoría de las personas de entre 25 y 39 años que cuentan con formación universitaria. Así lo demuestra un estudio realizado por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) publicado en Perspectivas Demográficas, que concluye que la migración de estudiantes cualificados se debe a la falta de oportunidades en los lugares de origen de los mismos.

El documento, que contempla el período comprendido entre el 2013 y el 2017, señala que Navarra es la comunidad más afectada por este éxodo. La región tuvo pérdidas por movilidad de larga distancia de personal cualificado de un 56,5 % y tan solo recibió un 41,6 % de población de la misma formación. Los grandes beneficiados de los flujos migratorios son Madrid y Cataluña. La capital recibió un 38,7 % de estos desplazados; de los cuales, un 64 % se hallaban en posesión de una titulación universitaria y la mayoría procedían de las dos Castillas. En total, sumó un flujo neto positivo de 10.135 personas. La comunidad catalana obtuvo una cifra más reducida, con un total de 3.211 migrantes, lo que indica que tiene un poder de atracción bastante menor que Madrid, tan solo un tercio de su flujo migratorio. La mayoría procedían de Andalucía, la Comunidad Valenciana, y, en menor medida, de Baleares, Madrid y Aragón. Además, el núcleo urbano madrileño es el que más población poco cualificada expulsa a lugares más baratos para vivir. 

Capitales de provincia

El informe de la UAB destaca que las urbes que más sufrieron la partida de personal cualificado fueron las capitales de provincia, ya que existe una tendencia en este tipo de población a mudarse a las metrópolis en busca de oportunidades laborales que se correspondan con su nivel de formación. Miguel González-Leonardo, investigador predoctoral del Centro de Estudios Demográficos de la universidad catalana y uno de los autores del estudio, señala en declaraciones a La Voz que el hecho de que el personal con más formación abandone sus comunidades «no es un problema de falta de empleo, sino de sobrecualificación. Hay una sobreoferta de trabajos de baja cualificación y tenemos una población muy cualificada». Apunta además que el movimiento migratorio de dicha población hace que las personas de menos cualificación sigan sus pasos. «Si eres de una zona rural o urbana más pequeña en una región, normalmente emigras primero a la capital de provincia para estudiar o buscar oportunidades de trabajo y después te mueves hacia otras ciudades más importantes», recalca González-Leonardo. 

Una tendencia global

Según el investigador, el efecto de la globalización ha sido otro de los causantes de esta fuga de cerebros. Destaca que «no es solo exclusivo de España, en otras zonas del mundo pasa lo mismo». Como solución, aporta que las pequeñas y medianas ciudades, así como los entornos rurales, tienen que compensarse económicamente con las ciudades globales y conectarse más a ellas: «La clave son las políticas redistributivas. Las inversiones en I+D son necesarias en universidades e investigación. También hay que crear start-ups [empresas nuevas] para retener a esa población formada, oriunda de su zona, y generar un tejido productivo», esclarece el autor.