Sánchez confirma su veto a Iglesias porque no defiende la democracia

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID | LA VOZ

ESPAÑA

Borja Puig de la Bellacasa | Efe

Admite ministros de Podemos, pero no la exigencia de su líder de ser vicepresidente

19 jul 2019 . Actualizado a las 11:18 h.

«Necesito un vicepresidente del Gobierno que defienda la democracia en España». El líder del PSOE, Pedro Sánchez, cerró este jueves la puerta definitivamente a la entrada en el Ejecutivo del secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y aseguró que su insistencia en ocupar el cargo de número dos es el único «escollo» que impide la formación de un Gobierno de coalición.

A cuatro días de que comience la sesión de investidura, Sánchez reiteró su oferta de que miembros de Podemos de perfil «cualificado» puedan ser ministros y cargó en la ambición de su secretario general toda la responsabilidad de que esta pueda fracasar. En contra de lo que aseguró el pasado lunes, afirmó que Iglesias le exigió ser vicepresidente y que «el 99,9 %» de las conversaciones que ha mantenido con él en cinco reuniones no trataron contenidos políticos sino «sobre los cargos de Unidas Podemos».

Sánchez dio hasta tres motivos por los cuales «no se dan las circunstancias» para que Iglesias esté en su Gobierno. Su insistencia en defender que en España hay «presos políticos», cuestionando así a la propia democracia; el que no pueda garantizar «una responsabilidad» de los dirigentes de su grupo como la alcaldesa Ada Colau respecto a la situación de los presos del procés y a la posibilidad de que hubiera que aplicar de nuevo el artículo 155, y también que no puede aceptar como vicepresidente a alguien que dice que no se «fía» de él y que pretende ocupar ese cargo para «vigilar» al presidente.

Horas antes de hacer estas declaraciones en una entrevista en La Sexta, reveló ante la ejecutiva del PSOE que, además de una vicepresidencia social en el Gobierno, Iglesias había exigido ministerios como Hacienda, Trabajo y Seguridad Social y la política de Comunicación.

Pide ayuda a PP y Cs «por España»

La contundencia de Sánchez, que pidió al líder de Unidas Podemos que dé «un paso atrás» para «reflexionar seriamente si vale la pena» impedir la formación un Gobierno de izquierdas, aboca prácticamente a una investidura fallida que el líder del PSOE empieza ya a asumir. Advirtió por ello una vez más de que no habrá una segunda oportunidad. «Mantengo la oferta hasta el día de la votación. Después, no habrá ninguna oferta de Gobierno de coalición», señaló en referencia a las intenciones de Unidas Podemos de retomar las negociaciones para una segunda sesión de investidura en septiembre.

Ante la previsión de no contar con apoyos suficientes, elevó la presión sobre el líder del PP, Pablo Casado, y sobre el de Ciudadanos, Albert Rivera, a los que llamará antes del lunes, y les pidió que en lugar de darse «tantos golpes en el pecho» se abstengan en la votación para permitir que sea presidente del Gobierno sin depender de los partidos independentistas. «No les pido que me apoyen», dijo, pero sí que se abstengan «por España».

Pero Sánchez contempla la posibilidad de que las elecciones tengan que repetirse. Y, en contra de quienes opinan que puede haber una gran abstención, opina que puede darse una gran movilización. «Ya veremos», dijo, porque los ciudadanos «toman nota» de que hay partidos que bloquean un Gobierno y lo que quieren es que haya pronto un Ejecutivo ante una situación «muy grave» en España, por la inminente sentencia del procés, y en Europa por la salida del reino Unido de la Unión Europea.