Cae una red de finlandeses que blanqueaba desde Marbella los beneficios de webs de prostitución

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

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«Fue un máster en investigación patrimonial», reconoce la policía

11 jul 2019 . Actualizado a las 11:47 h.

La policía los conocía como los viejos proxenetas de Internet. Se trataba de una red ciudadanos finlandeses que buscó refugio en España para blanquear 40 millones de euros a través de 16 páginas web de prostitución para países nórdicos que habían sido abiertas en Estados Unidos. Su captura fue un duro trabajo de años, que necesitó de la colaboración internacional para poder desarticular este grupo, con bases operativas en Marbella y en Torrevieja. En la operación cerrada ayer fueron detenidas seis personas.

La organización desmantelada activó en el 2016 las webs donde publicitaban a las víctimas, con anuncios principalmente orientados a clientes en Finlandia y Suecia, países donde el proxenetismo está penado y no existe la prostitución de forma generalizada, de ahí que se ofrezcan por Internet páginas con pasarelas de pago tanto para el cliente (con un coste de 20 euros) como para la persona que se anuncia (previo abono de unos 70 euros de media). Los ingresos desde Finlandia a través de la página sexwork.net suponían más del 75 % del volumen de negocio. Cinco de los seis detenidos ingresaron en prisión.

El líder, capturado en Rumanía, es un finlandés de unos 60 años que ya fue había sido arrestado en su país de origen con anterioridad por proxenetismo agravado en países nórdicos, por lo que decidió trasladarse a España para continuar con su actividad criminal. La investigación es una derivada de otra operación en el 2016 contra una red de origen nigeriano de trata de seres humanos. Conforme avanzaron las pesquisas policiales, los líderes decidieron transferir los fondos que blanqueaban desde España a Rumanía y esconderse en Malta.

Operación compleja

«Ha supuesto un máster en investigación patrimonial», decía Francisco García, uno de los responsables policiales de la operación para ejemplificar la complejidad del entramado creado por la red, que contaba con sociedades pantalla en una quincena de países. Una de sus singularidades es que tributaban a la Hacienda española por sus beneficios, en algunos casos haciéndolos pasar por legales. «En Marbella aumentó su nivel de vida, compraron objetos de lujo como coches de gama alta, pero no invertían en bienes inmuebles», destacó el mando policial.

La operación, calificada como hito por su complejidad y éxito, fue coordinada por Europol y Eurojust. Fue necesaria la creación de un equipo de investigación con Finlandia y Suecia. Se emitieron siete órdenes europeas de investigación y cinco comisiones rogatorias, y se registraron 17 inmuebles, seis de ellos en Marbella. La investigación supuso también el bloqueo de numerosas cuentas en Panamá y China.