Los votantes de Vox admiten ser los menos demócratas y los debates no cambiaron nada

Manuel Varela Fariña
manuel varela REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

Marta Fernández Jara | Europa Press

Hasta un 15 % de su electorado defiende la creación de un gobierno autoritario, diez puntos por encima de la media

11 jul 2019 . Actualizado a las 12:32 h.

En el canal Intereconomía, donde Santiago Abascal apareció de forma asidua durante los últimos años, el líder y fundador de Vox aseguró que su partido no es de extrema derecha. «No lo soy. No tengo que justificarme», quiso zanjar durante una entrevista que ofreció en abril, antes del inicio de la campaña electoral del 28A. El CIS publicado este miércoles, sin embargo, recoge que parte de su electorado sí lo es.

En una escala del 1 al 10 sobre ideología política, siendo 1 el extremo más escorado de la izquierda y 10 el opuesto a la derecha, un 24 % del electorado de Vox se ubican a sí mismos en el 9 y el 10. En Ciudadanos y PP, el porcentaje solo alcanza el 2 % y el 10 %, respectivamente. La mitad de los propios votantes de Vox colocan al partido en el 9 y el 10, una percepción que aumenta entre el resto de los encuestados: para el 83,8 % del electorado de Unidas Podemos, el partido de Santiago Abascal es de extrema derecha.

Preguntados por su opinión sobre la democracia, un 71,6 % de los votantes de Vox el pasado 28 de abril señalan que este sistema es preferible a cualquier otra forma de gobierno. Son 14 puntos menos que la media: en el resto de partidos, nueve de cada diez se inclinan por esta opción. El porcentaje de demócratas desciende entre los fieles a Vox por el alto número de electores favorables a la instauración de un gobierno autoritario «en algunas circunstancias».

El debate en televisión no sirvió de mucho

Tres de cada diez españoles habrían visto los dos debates televisivos entre Pedro Sánchez, Pablo Casado, Albert Rivera y Pablo Iglesias. Este último habría sido el mejor participante, tal y como concluyeron columnistas de este periódico como Fernando Ónega. Sin embargo, pese a haber hecho girar la campaña a su alrededor, el enfrentamiento dialéctico entre los cuatro candidatos de los principales partidos no habría servido de mucho.

Solo el 7 % cambiaron su voto tras ver ambos debates en Televisión Española y Atresmedia -por cierto, el más visto fue el primero, según el CIS-, lo que equivaldría a algo más de medio millón de votantes frente a los 26 millones que acudieron a las urnas. La mitad de los que modificaron su voto lo hicieron para apoyar a otro candidato. Curiosamente, el principal beneficiado aquí fue Vox, que no participó en ninguno de los dos debates por el veto de la junta electoral central.

El porcentaje de indecisos superó el 40 % antes del inicio de la campaña electoral, según el CIS. Un 15,7 % habría determinado su voto durante la semana anterior a las elecciones. Ciudadanos, Unidas Podemos y Vox absorbieron el mayor número de estos electores, mientras que PP y PSOE cuentan con una masa de votantes más sólida.

Tanto Ciudadanos como Vox tienen el electorado más volátil. Un 64 % de los votantes de ambos partidos depositan la papeleta de la candidatura que más les convenza en ese momento, por lo que mudan con facilidad su preferencia o, directamente, no votan.

Los partidos entre los que más se dudó fueron PSOE y Unidas Podemos. Dos de cada diez indecisos lo hicieron entre ellos, con un 69 % que acabaron decantándose por la candidatura de Pablo Iglesias. También entre PP y Ciudadanos, con un 57,5 % que eligieron finalmente a Albert Rivera.