La víctima de la manada de Manresa se sintió intimidada por una pistola

Manuel Costoya
M. C. Cereijo REDACCIÓN

ESPAÑA

Europa Press

La menor, que sufrió una violación múltiple con 14 años, comparece protegida por una mampara para no ver a sus agresores en el juicio que se celebra en Barcelona

12 jul 2019 . Actualizado a las 16:24 h.

Arropada por una mampara para no ver a sus agresores, la menor que fue víctima de una violación múltiple cuando tenía 14 años, tuvo que recordar, tres años después, aquella trágica jornada en la que siete hombres, ya conocidos como la manada de Manresa, abusaron de ella por turnos hasta la extenuación.

En su comparecencia en la Audiencia de Barcelona que juzga el caso afirmó sentirse en todo momento intimidada y asustada por su agresores, que se pasaban una pistola entre ellos. Reconoció que sus recuerdos sobre lo sucedido son vagos. Había bebido y de ello se aprovecharon sus supuestos agresores para violarla en repetidas ocasiones en una fábrica abandonada, donde le habían preparado un botellón para ella.

Sin tener contacto visual con los acusados, la joven que ahora tiene 17 años, dijo que en su recuerdo está las luces de unos flashes cuando se produjo la violación múltiple

El juicio empezó la pasada semana con la declaración de los siete acusados, que negaron su implicación en los hechos: a seis de ellos la Fiscalía pide condenarlos por delito de abuso sexual -y no de agresión sexual, ya que no se observa uso de violencia- y la acusación particular por agresión sexual, mientras que el séptimo está acusado por presunta omisión de socorro.

El fiscal pedía en su escrito de acusación penas que van desde los diez años de prisión hasta los 19 años y seis meses para los seis acusados, y para el séptimo, que solo está acusado de un delito de omisión de socorro, una multa de 4.320 euros.

Los hechos ocurrieron la noche del 29 de octubre del 2016 en una fiesta en una fábrica abandonada en el Camí Torre d'en Viñas de Manresa, a la que acudieron los acusados y en la que había unas 20 personas, en su mayoría menores, según el relato del escrito de acusación de la Fiscalía. Ya en la madrugada del día siguiente, el acusado Bryan Andrés M.C. se llevó a la víctima a una caseta abandonada en la zona «siendo plenamente consciente del estado de embriaguez en que se hallaba y con la intención de satisfacer sus deseos sexuales» y la penetró vaginalmente.

«Te toca a ti»

Al cabo de un rato, se dirigió a la otra caseta en la que se hallaban el resto de los procesados y le dijo al procesado Walter Diego C.: «Va, te toca a ti, 15 minutos cada uno y no tardes». Así, los seis acusados la penetraron «por turnos», según la Fiscalía, mientras que el séptimo implicado se quedó mirando mientras se masturbaba.

Después, el procesado Marco Antonio R.T., exhibiendo una pistola de fogueo ante todos los asistentes en la fiesta, hizo le gesto de cargarla y amedrentó a los menores afirmado: «Si alguien de los que estáis aquí decís algo de lo que aquí pasa, tendréis problemas con vuestra familia», y posteriormente otro de los implicados, Bryan Andrés M.C. también amenazó a algunos testigos en el procedimiento.