Abascal llama a Casado y a Rivera a una reunión para salvar Madrid y Murcia

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID | LA VOZ

ESPAÑA

Eduardo Parra - Europa Press

El presidente de Vox apela a la vieja amistad entre ellos, aunque en su invitación también se esconde un intento de presionar al líder de Cs

08 jul 2019 . Actualizado a las 13:36 h.

Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal se plantean asumir directamente las conversaciones de los pactos postelectorales ante el fracaso de sus equipos negociadores, incapaces de desbloquear la situación para alcanzar un acuerdo para la gobernabilidad de las comunidades autónomas de Madrid y Murcia.

Ante la amenaza de que la izquierda se acabe haciendo con el control de estos dos territorios, los presidentes del PP, Ciudadanos y Vox estudian tomar directamente el volante para explorar un rumbo en el que puedan coincidir los tres partidos y salvar las votaciones de investidura. La de la Asamblea de Madrid se celebra este miércoles; en principio, sin un candidato. La de Murcia fracasó a finales de la pasada semana tras la negativa de los diputados de Vox de apoyar al cabeza de lista popular, López Miras, por lo que tendrá que probar fortuna en una segunda intentona.

El máximo dirigente de Vox, Santiago Abascal, rompió este lunes su silencio para proponer un encuentro el miércoles con Casado y a Rivera. Abascal apeló desde la sala de prensa del Congreso a «la vieja amistad» que mantiene con sus homólogos en las otras dos formaciones para que este encuentro al máximo nivel entre partidos se desarrolle con éxito. «Espero que este llamamiento personal pueda surtir efecto», deseó. Con las relaciones casi rotas entre los principales negociadores de cada partido (García Egea, Espinosa de los Monteros y Villegas), la entrada en escena de los presidentes se antoja como la única posibilidad de que las derechas acaben llegando a unos acuerdos que, sin duda, serán de mínimos.

Por supuesto, la invitación de Absacal también busca presionar a Rivera, que se niega a aparecer en la foto junto a los representantes de Vox al entender que le escora demasiado hacia la derecha. 

El gran problema que se está repitiendo entre los equipos negociadores diseñados por los tres partidos es que Ciudadanos se niega a negociar y a oficializar cualquier tipo de acuerdo con Vox. Los naranjas solo reconocen pactos con el PP y confían en que los de Abascal se acaben adhiriendo sin ningún tipo de contraprestación. Este planteamiento es considerado un «chantaje» por parte de los dirigentes de Vox, que se sienten ninguneados por Rivera y compañía. Como ejemplo reciente, la pasada semana en Murcia, el mismo día de la votación para la investidura de López Miras, se produjo una reunión entre representantes de las tres formaciones para cortar los últimos flecos de un documento acordado por los tres partidos. Mientras, desde Madrid, el diputado Juan Carlos Girauta trataba de negar la mayor asegurando que ese encuentro en Murcia equivalía a «tomar un café». Este menosprecio del exportavoz de Cs en el Congreso motivó que se rompieran las negociaciones y que finalmente encallara la elección del presidente murciano.

Además, aunque las relaciones no son tan malas, en Vox también existen ciertos recelos hacia el PP, ya que consideran que han sido engañados en los recientes acuerdos que alcanzaron para desbloquear los gobiernos en corporaciones municipales de todo el país. Como en Madrid, en donde Almeida garantizó la entrada en el ejecutivo local a Vox, pero los dejó fuera de las concejalías de la Junta, que se repartió íntegramente entre ediles del PP y Cs.