Crece la brecha entre el PP, Cs y Vox, con acusaciones cruzadas por el fracaso del pacto en Murcia

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

El candidato del PP a la presidencia de la Comunidad de Murcia, Fernando López Miras
El candidato del PP a la presidencia de la Comunidad de Murcia, Fernando López Miras Marcial Guillén | Efe

El partido de Abascal culpa a Girauta de desbaratar el acuerdo

06 jul 2019 . Actualizado a las 11:12 h.

El fracaso en la votación de investidura del candidato del PP a presidir la Región de Murcia, Fernando López Miras, ha abierto un gran brecha entre las tres formaciones de la derecha española, que amenaza con repetirse en Madrid, comunidad en la que PP, Ciudadanos y Vox también suman la mayoría absoluta, pero en donde todavía no está nada claro que Díaz Ayuso acabe instalándose en Sol.

La resaca murciana estuvo marcada por la tensión derivada de los cruces de acusaciones y descalificaciones entre representantes de los tres partidos echándose mutuamente la culpa del fracaso.

Las críticas el jueves del secretario general del PP, Teodoro García Egea, tildando a Vox de «ultraderechita cobarde» y denunciando que el encargado de capitanear las negociaciones en este partido, Iván Espinosa de los Monteros, se había saltado las directrices de Abascal, tuvieron ayer continuidad a cargo del vicesecretario Javier Maroto: «¿Qué tipo de partido es? ¿El presidente dice una cosa y se hace la contraria?», criticó a primera hora. Los ataques siguieron a cargo de Pedro Rollán, presidente de la Comunidad de Madrid en funciones. «Vox hoy parece más que nunca un pollo sin cabeza, porque una cosa es lo que mandatan sus más altos dirigentes y cosa bien distinta la que llevan a cabo sus dirigentes regionales», dijo.

Pero Santiago Abascal negó ayer cualquier tipo de discordancia con su portavoz parlamentario, al que incluso felicitó en público por haber «mantenido la decencia y la dignidad» en las negociaciones de última hora. «Basta de mentiras y de burdos intentos de división. Somos un equipo. ¿Cómo llegar a un acuerdo con unos que no quieren hablar y otros que mienten sistemáticamente y presumen de engañarnos?», preguntó en Twitter el presidente de Vox. «Cada vez más difícil», manifestó, dejando en el aire la investidura de la candidata madrileña, todavía pendiente de someterse al debate y a la votación correspondiente.

Espinosa de los Monteros también negó ayer que hubiesen incumplido ningún acuerdo entre las direcciones nacionales. «Entre PP y Vox no hay ningún documento firmado», afirmó.

Desde Vox rechazaron que el tropiezo murciano se debiese a un error de comunicación entre ambas partes. Fuentes próximas a la dirección del partido de Santiago Abascal incluso trasladaron a Efe que los presidentes de ambas formaciones se reunieron esa misma tarde en Madrid, ya con el pleno en marcha, extremo ni confirmado ni desmentido por el PP; y que, por otra parte, Espinosa de los Monteros se entrevistó con el secretario general de Cs, José Manuel Villegas, quien le confirmó que su partido no estaba dispuesto afirmar ningún documento en el que coincidiesen las siglas de las dos formaciones. 

El «café» del relegado Girauta

Según apuntaron las mismas fuentes, el documento con las siglas de los tres partidos (Ciudadanos plasmó las de su filial murciana para intentar eludir las críticas) llegó a imprimirse y a tener el visto bueno de todas las formaciones, pero este se convirtió en papel mojado cuando algunos dirigentes de la formación naranja, como el exportavoz parlamentario Juan Carlos Girauta, rebajaron las reuniones a tres a un simple «café» o a «hacerse la foto», en tono de mofa y tratando de negar la mayor, por lo que desde la dirección de Vox decidieron paralizar de inmediato las negociaciones.

El secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, calificó las declaraciones de Girauta como «un insulto» que no están dispuestos a tolerar. «Eso es un desprecio en los negociadores. Se han debido pensar que los de Vox nos chupamos el dedo y que nos pueden torear», aseguró.

En Cs siguen empeñados en no reconocer en público sus pactos con Vox. Inés Arrimadas, sustituta de Girauta al frente de la portavocía de su grupo durante esta legislatura, negó la existencia de ese documento a tres bajo el que se desbloquearía la presidencia murciana, e insistió en que su partido solo está dispuesto a llegar a acuerdos con el PP. Sin embargo, a continuación admitió que tras la crisis desatada en Murcia las direcciones de ambas formaciones entraron en contacto, mostrando que sí existe interlocución entre ambas y que no se trata solo de un «café».