Exteriores pide al Tribunal Superior de Justicia catalán que cierre las «oficinas» de Torra en Berlín, Londres y Ginebra

ander azpiroz MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Josep Borrell, ministro de Exteriores
Josep Borrell, ministro de Exteriores Santi M. Amil

03 jul 2019 . Actualizado a las 08:52 h.

Nuevo golpe del Ministerio de Exteriores contra las denominadas embajadas de la Generalitat en otros países. La Abogacía del Estado ha presentado este martes un recurso ante el Tribunal Superior de Cataluña contra la reapertura de estas delegaciones en el Reino Unido, Alemania y Suiza.

Esta red de oficinas se puso en marcha durante la etapa de Carles Puigdemont al frente del Ejecutivo autonómico. Aprovechando la aplicación del artículo 155 de la Constitución, el Gobierno de Mariano Rajoy ordenó el cierre de todas salvo la de Bruselas. Pero Quim Torra ordenó reabrirlas nada más ser investido presidente.

Hay abiertas en torno a una quincena. Las últimas en ser anunciadas fueron la semana pasada las de Argentina, México y Túnez, y Exteriores anunció de inmediato un recurso, como el ahora presentado, para evitar su inauguración.

En el recurso de la Abogacía del Estado se plantea que estas embajadas «se encuentran en funcionamiento y contraviniendo de forma evidente con su actividad, entre otros, un título competencial y exclusivo del Estado, como las relaciones internacionales». Según la Constitución, la política exterior es una competencia exclusiva del Estado central, si bien la ley permite la creación de oficinas autonómicas. La solicitud del Exteriores señala que el restablecimiento de las delegaciones exteriores de la Generalitat persigue un «fin inconstitucional como es la creación de una estructura de Estado, al servicio de un proyecto de transición nacional de carácter secesionista inconstitucional, con grave perjuicio, además, para la política exterior de España». 

Objetivos secesionistas

Las delegaciones de Londres, París y Ginebra contravienen, aún más si cabe, el orden constitucional, según argumenta el departamento que dirige Josep Borrell. Su actividad, dice la diplomacia española, «responde con singular intensidad a los objetivos del proceso secesionista de Cataluña que ha sido declarado inconstitucional por el Tribunal Constitucional en reiterados pronunciamientos». Exteriores tiene claro que debe de dar la batalla contra estas oficinas ya que «la experiencia reciente pone de manifiesto que las delegaciones de la Generalitat están siendo un instrumento fundamental para promover las tesis del secesionismo y denigrar la imagen internacional de España».