Ultimátum del Gobierno a Podemos: investidura en julio o nuevas elecciones

ramón gorriarán MADRID / COLPISA

ESPAÑA

La portavoz del PSOE, Adriana Lastra; los presidentes del PP y Cs; Pablo Casado y Albert Rivera; y la portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Irene Montero, en el Congreso.
La portavoz del PSOE, Adriana Lastra; los presidentes del PP y Cs; Pablo Casado y Albert Rivera; y la portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Irene Montero, en el Congreso. Eduardo Parra | EUROPA PRESS

La ministra de Hacienda dice que Sánchez no irá a una segunda vuelta en septiembre

28 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gobierno respondió al reto de Pablo Iglesias de que podía tumbar la investidura de Pedro Sánchez en julio con un ultimátum en toda regla. Si el presidente del Gobierno no es reelegido el próximo mes, no habrá una segunda votación en septiembre y se convocarán de nuevo elecciones generales. Si es un órdago o un farol, solo Sánchez lo sabe. Los socialistas defienden lo primero y aseguran que su candidato no va a ceder a la demanda del gobierno de coalición en la que se ha enrocado el líder de Podemos.

«No habrá segunda vuelta», avisó la ministra de Hacienda. María Jesús Montero reclamó a Unidas Podemos que «no se confíen» con la hipótesis de que habrá «una primera investidura» en julio y dentro de dos meses «una segunda». Iglesias esbozó el miércoles este calendario para avisar de que sus 42 diputados no iban a respaldar a Sánchez en el debate y votación que se celebrará en julio en el Congreso, pero que lo podrían hacer en septiembre si el líder socialista acepta un gobierno de coalición. Un envite al que los socialistas respondieron doblando la apuesta.

Sánchez no acepta la hoja de ruta de Iglesias. «En julio se va a retratar todo el mundo», sostienen en la Moncloa y en Ferraz. Si Unidas Podemos impide por segunda vez que el líder socialista logre la investidura irá «al suicidio» en las urnas, vaticinan en el PSOE. Los socialistas, pese a todo, intentan mantener en pie los puentes. Sus portavoces en el Congreso mantuvieron este jueves una breve charla, pero sin acercar posturas. La socialista Adriana Lastra dijo estar «perpleja» por la estrategia de Iglesias porque no es la de un aliado que ha trabajado con el Gobierno de Sánchez diez meses, con el que pactaron los Presupuestos el año pasado y con el que han acordado la composición de la Mesa del Congreso.

Su homóloga Irene Montero afirmó que el gobierno de coalición es «un compromiso irrenunciable», restó credibilidad al reto de la ministra de Hacienda y se ratificó en que Sánchez prefiere gobernar «con la derecha».

Los socialistas están convencidos de que Sánchez no cederá ante Iglesias. El líder de Unidas Podemos en el Consejo de Ministros «sería como tener un [Mateo] Salvini en casa», que ni facilitaría la gobernabilidad ni garantizaría la estabilidad, explica un diputado socialista. Por tanto, no se trata solo de la investidura, es tan importante o más el futuro de la legislatura, y eso no se resuelve con los 165 diputados de socialistas y morados, arguyen en el PSOE. 

Iglesias, ante un espejo

Con la encrucijada de investidura a la primera o elecciones, Sánchez quiere colocar a Iglesias ante el espejo de hace tres años. En marzo del 2016, tuvo en su mano permitir que gobernara el líder del PSOE. «No me puedo imaginar que Unidas Podemos vuelva a votar en contra de Pedro Sánchez otra vez», apuntó Lastra. Pero Iglesias, aseguran en su partido, está decidido a mantener el pulso. En última instancia jugará la carta de la consulta a los militantes y hasta ahora todas las consultas internas han respaldado sus planteamientos.

Entretanto, ERC (15 diputados), que ya había anunciado que no bloqueará la investidura, incidió en este sentido este jueves al asegurar que no pondrán «ni cheques en blanco, ni líneas rojas», lo mismo que dijo el día anterior Arnaldo Otegi (Bildu). Por su parte, los diputados suspendidos y presos de Junts, Jordi Sànchez, Turull y Rull, han pedido a su formación (que se ha quedado con 4) que se abstenga.