Borrell renuncia a su escaño de eurodiputado para mantener la puerta abierta del ministerio

Cristina Porteiro
Cristina Porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

ESPAÑA

Atlas

Renuncia a su acta de eurodiputado y continuará como titular de Exteriores en funciones

26 jun 2019 . Actualizado a las 16:48 h.

Josep Borrell no será eurodiputado. A pesar de presentarse a las elecciones europeas como cabeza de lista del PSOE, el catalán ha anunciado esta tarde su renuncia al escaño que le correspondía en la Eurocámara: «De acuerdo con el presidente del Gobierno, esta mañana he enviado un escrito a la Junta Electoral Central comunicando que renunciaba a tomar posesión de mi puesto de diputado, agradeciendo muchísimo la confianza de los electores», explicó en la sede de la misma institución que presidió desde el año 2004 al 2007.

El todavía ministro de Asuntos Exteriores ha preferido seguir al frente de su cartera que recoger el acta de eurodiputado raso, dos puestos absolutamente incompatibles. La decisión llega solo dos días antes de la fecha prevista para su cese en el Ejecutivo de Pedro Sánchez. ¿Por qué este cambio de parecer? «Hay mucha incertidumbre sobre cuándo y cómo se podrá producir la investidura. Hemos pensado que era mejor que siguiera ejerciendo el puesto, que no se puede dejar vacante», justificó antes de aclarar que España no puede prescindir de su trabajo con las crecientes tensiones internacionales. «El presidente ha preferido que me mantenga en el puesto, que es mucho más exigente en el momento en que vivimos. El Parlamento Europeo entra en vacaciones en 15 días, pero el Gobierno tendrá que seguir gobernando», deslizó antes de admitir que si los plazos de investidura fueran certeros «seguramente la decisión hubiera sido otra porque una cosa son 15 días y otra tres meses».

Borrell trató de esquivar por todos los medios las acusaciones de trilerismo y oportunismo político vertidos desde la oposición donde se ve como una estafa a los electores este movimiento para mantener vivas sus posibilidades de ocupar un alto cargo de la Unión Europea o, en su defecto, una cartera ministerial en el futuro Gobierno.

«Hay muchos cabezas de lista que van a ejercer otras funciones dentro de las instituciones europeas. Presentarse a las elecciones no quiere decir que el destino sea el de europarlamentario, hay otras funciones ejecutivas. No sé cuántas personas que hoy son comisarios han renunciado a su acta de diputados...», dejó caer alimentando las sospechas de que su ambición está puesta en los puestos de más poder en la UE. Borrell se ve como comisario o como jefe de la diplomacia europea: «Creo que tengo capacidad para serlo, sin ninguna duda», declaró con rotundidad y marcando terreno a sus compañeros y rivales, como la ministra de Economía, Nadia Calviño, quien también suena en la carrera para un buen puesto en la Comisión Europea.

Si todo falla, siempre le podrá quedar su asiento en el Ministerio de Exteriores. Al menos si no se frustra una eventual investidura: «A lo mejor tenemos que afrontar la circunstancia de que la pospongan a final de verano. No lo sé. Eso quien lo sabe mejor que nadie es el señor Iglesias, pero hay cierto riesgo de que el Gobierno en funciones continúe», apuntó con sorna.