Vox rompe con el PP en Madrid y desvela el pacto secreto, que sí incluía concejalías

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Fernando Alvarado | EFE

Los de Abascal aseguran que Cs aceptó el acuerdo con los populares y que pueden demostrarlo

26 jun 2019 . Actualizado a las 13:34 h.

Harto de sentirse ninguneado, Vox formalizó ayer su ruptura con el PP y Ciudadanos a nivel local y su renuncia a formar parte de los gobiernos municipales dominados por estas dos fuerzas, en los que pasará a la oposición.

En muchas de estas corporaciones los votos del partido de Santiago Abascal resultaron clave para que el pasado 15 de junio los bastones de mando cayesen en manos del centroderecha, pero tras denunciar que los acuerdos alcanzados no se han cumplido, en la mayoría de los casos por los vetos a sus concejales para que formen parte de las juntas de gobierno locales, han decidido dar un puñetazo en la mesa.

El portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, compareció este martes para airear el documento confidencial firmado por su secretario general, Javier Ortega Smith, y su homólogo en el PP, Teodoro García Egea, en el que se llega a un acuerdo mediante el que Vox apoyará a los candidatos populares y de Ciudadanos en todos aquellos municipios donde los votos de estas tres formaciones alcanzasen para desalojar a la izquierda. En contraprestación, y en un plazo máximo de 20 días, «se nombrará a las personas indicadas por Vox en cada ayuntamiento en distintas concejalías de gobierno y responsabilidades directivas en entes municipales, que en número y presupuesto guardarán proporción a los resultados obtenidos por Vox en cada población», dice el texto.

Este último apartado es el que Espinosa de los Monteros denunció que se ha incumplido a la ligera, poniendo como ejemplo el Ayuntamiento de Madrid, donde el nuevo alcalde popular, José Luis Martínez-Almeida, aupado a Cibeles con los votos de Vox, repartió las concejalías de gobierno sin contar con ellos.

Y horas después, Espinosa también cargó contra Ciudadanos, a los que acusó de no decir la verdad, ya que el acuerdo firmado con el PP se suscribió con «el conocimiento y la aquiescencia» del partido de Rivera. «Contaba con el visto bueno de Cs (...) y si alguien hoy me dice que ellos no sabían nada de este acuerdo, que no hablaron conmigo, que no se acordó que esto se podía pasar adelante, si lo dicen, pues daremos un paso más y lo explicaremos y demostraremos que sí», ha avisado Espinosa este miércoles en una entrevista en TVE.

Mucho más que Madrid

Madrid es el caso más paradigmático, pero existen multitud de ayuntamientos de distintos pesos en los que se ha seguido el mismo proceder, denuncian desde Vox. Esta ruptura no tiene incidencia en Galicia, en donde la formación liderada por Santiago Abascal no logró sacar ni un solo concejal entre los 313 concellos que se pusieron en juego el pasado 26 de mayo.

En su sonada comparecencia de ayer, el portavoz de Vox en la Cámara Baja justificó su quebrantamiento del punto tres del documento, que exige la confidencialidad de todos los firmantes, esgrimiendo que el PP y Cs habían incumplido previamente su palabra. «Hay un partido que sigue las consignas del palacio del Elíseo, al que nunca llega a satisfacer», dijo, en clara referencia a Cs, cuyo líder se vio envuelto la pasada semana en una polémica con la presidencia francesa, «y otro que no tiene vergüenza en incumplir lo que firma», censuró por el PP.

Esta ruptura afecta tan solo al ámbito municipal. En el autonómico, en el que muchos gobiernos están en juego a la espera de que se celebren los plenos de investidura, Vox mantendrá abiertas las negociaciones con los representantes del PP y de Cs. Los de Abascal se presumen determinantes al menos en Murcia, en donde Espinosa de los Monteros mostró un cierto «pesimismo» para que el candidato popular logre sacar adelante su investidura, y en Madrid, en donde este miércoles arrancarán las negociaciones y en donde evidenció que resulta extremadamente complejo realizar un pronóstico.

El portavoz de Vox afirmó que ellos no se mueven por los cargos, y mostró su deseo de poner fin a «la dictadura progre del tricentrito de PSOE, PP y Cs».

El PP se defiende con el diccionario en la mano 

Vox sí ha logrado entrar a formar parte en las Juntas de Gobierno de algunos municipios con el PP, pero se ha visto excluido en los sitios en los que los populares necesitan el apoyo de Cs, debido a la incompatibilidad entre los dos pactos que Génova tejió en paralelo con ambas fuerzas. La portavoz parlamentaria de Cs, Inés Arrimadas, eludió ayer cualquier tipo de responsabilidad y reafirmó la negativa de su formación a formar parte de ninguna ejecutiva en la que estén presentes ediles del partido de Abascal. «Vox puede decir misa, y nunca mejor dicho, pero lo que pasó en Madrid es un acuerdo de PP y Ciudadanos», dijo.

Por su parte, la dirección popular afirma que no ha incumplido ningún acuerdo ya que todavía tiene de plazo hasta el 5 de julio para integrar a los ediles de Vox en las ejecutivas locales. Pero lo que les ofrece son puestos que no estén en las Juntas de Gobierno. El secretario general del PP, Teodoro García Egea, ponía este martes el ejemplo de cuando era concejal en Cieza (Murcia), con competencias en Juventud y Nuevas Tecnologías. No formaba parte de una junta en la que su partido tenía mayoría absoluta, pero sí se consideraba parte del gobierno.

El número dos de los populares llamó a alcanzar «acuerdos programáticos» y después escoger a los mejor preparados, evitando repartir concejalías «al peso». Y si Espinosa aireó el acuerdo confidencial, García Egea se apoyó en el BOE para definir los órganos de Gobierno, en donde también se incluyen a los ediles fuera de la junta, pero con responsabilidades. Es decir, jugar a retorcer el lenguaje político en un caso que, a otra escala, recuerda a la pugna entre el PSOE y Podemos para definir qué es un Gobierno de cooperación. 

Críticas de Errejón

Por último, el candidato del Más Madrid a la Comunidad de Madrid, Íñigo Errejón, mostró su indignación por los primeros pasos del Ejecutivo de la capital española que, a su parecer, son los propios de «un Gobierno de la revancha» que ha sido conformado «solo para deshacer» la obra de la exalcaldesa y compañera de plataforma electoral, Manuela Carmena, y que ya atraviesa por su primera «crisis», lamentó.