El PSOE redobla el pulso con Podemos y amaga con nombrar a Carmena ministra

F. B. MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

21 jun 2019 . Actualizado a las 07:22 h.

Continúa el tira y afloja entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias a raíz de la pretensión de Podemos de entrar en el consejo de Ministros a cambio de facilitar la investidura del candidato socialista. El PSOE mantiene su oferta de acceder solo al nombramiento de algunos miembros del Gabinete con un perfil independiente y bajo el beneplácito de ambas formaciones, pero Iglesias quiere total libertad para designar a los ministros que, según cree, le corresponden por su número de diputados. Es decir, que quiere entrar en el corazón del Gobierno, consciente de que no existe mejor emplazamiento para disponerse a devorarlo y poner fin así al escaparate monocolor del que disfrutan los socialistas en la Moncloa desde que la formación morada facilitó su llegada a través de la moción de censura.

Con el objeto de desbaratar estas pretensiones de Iglesias, Ferraz filtró en las últimas horas que uno de los nombres que podría proponer hacerse cargo de una cartera es el de Manuela Carmena, exjueza que encajaría al frente de Justicia. Sin duda, se trata de un amago para hacer ver a Podemos la inconveniencia de los vetos, dada la mala relación de la exalcaldesa de Madrid con la dirección de Podemos, desde donde la acusan de haber hecho saltar por los aires su estrategia para el pasado 28M.

Pero en el partido morado redoblan la apuesta. La portavoz del consejo de coordinación, Noelia Vera, respondió ayer que, por su parte, no habrá ningún tipo de objeción, y que si el PSOE cree que Carmena «puede ser buena ministra para ellos, pues fenomenal», al tiempo que pidió que ellos tampoco pongan vetos sobre sus nombramientos. 

Rufián se deja querer

En caso de que finalmente lleguen a un acuerdo, Sánchez requerirá igualmente de al menos la abstención de ERC o Bildu para salir investido. El portavoz de Esquerra, Gabriel Rufián, volvió ayer a dejarse querer. Tras confirmar que mantiene negociaciones con el Grupo Socialista, reiteró que no son partidarios de «bloquear absolutamente nada», y aunque tampoco entregarán «un cheque en blanco» a Sánchez, afirmó que no serían ellos los responsables de «unas segundas elecciones».