La abstención de UPN es la vía más probable para la investidura

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Javier Esparza (UPN) se presentó con PP y Ciudadanos en la coalición Navarra Suma
Javier Esparza (UPN) se presentó con PP y Ciudadanos en la coalición Navarra Suma Jesús Diges

Si los diputados presos de JxCat renunciaran a su escaño, no bastaría y el líder del PSOE dependería de la abstención de ERC

11 jun 2019 . Actualizado a las 08:26 h.

En política, nunca conviene descartar nada. Después de lograr lo que parecía imposible, ser investido gracias a la abstención del PSOE, Rajoy tenía aparentemente imposible sumar apoyos suficientes para aprobar los Presupuestos del 2017. Tenía el apoyo de Ciudadanos, PNV, Coalición Canaria, UPN y Foro Asturias. Pero le faltaba un escaño para alcanzar los 176 necesarios. Y entonces, lo que parecía imposible se hizo factible. El diputado de Nueva Canarias Pedro Quevedo, que se había presentado en coalición con el PSOE, y cuyo voto en contra se daba por hecho, apoyó las cuentas públicas de Rajoy, no sin antes pasar por caja, convirtiéndose en el diputado 176. Y lo mismo hizo con los Presupuestos del 2018.

Algo similar podría acabar ocurriendo ahora con la investidura de Pedro Sánchez si los dos diputados de UPN, que se presentaron en coalición con PP y Ciudadanos en Navarra, acaban facilitando la elección del líder del PSOE como presidente a cambio de que los socialistas permitan que Navarra Suma gobierne la comunidad foral, tal y como ha ofrecido el presidente de UPN, Javier Esparza. Una posibilidad que añade nuevas combinaciones a una posible investidura de Sánchez por mayoría simple. Es decir, logrando más síes que noes en la segunda votación, donde ya no necesita la mayoría absoluta, que sigue estando en 176 hagan lo que hagan los tres diputados de Junts per Catalunya suspendidos. En el caso de Oriol Junqueras, de ERC, parece claro que cederá su escaño a otro compañero para él asumir el cargo de eurodiputado. Si los tres diputados de JxCat renunciaran, Sánchez tendría prácticamente imposible ser investido sin lograr la abstención de ERC.

El papel de los diputados de JxCat

En todo caso, nada está asegurado. Si JxCat solo pudiera intervenir en la votación con cuatro diputados de los siete que han sido elegidos, a Sánchez podrían bastarle 173 votos a favor y la abstención de los dos diputados de UPN para ser investido. Los lograría con el apoyo del PSOE (123) Unidas Podemos (42), PNV (6) Compromís (1) y PRC ( 1). Con la abstención de UPN, el resto de grupos solo podría sumar 172 en contra. Esa es una de las principales hipótesis que maneja ahora mismo Sánchez. Si, por el contrario, los dos de UPN votaran en contra, necesitaría la abstención de Coalición Canaria, que a día de hoy parece imposible si conlleva un pacto PSOE-Unidas Podemos. Pero, si lo logra, sumaría 173 síes frente a 172 noes del resto de grupos.

Existen, sin embargo, muchas otras combinaciones con las que Sánchez podría ser investido, aunque todas más difíciles que las anteriores y algunas, directamente rocambolescas. Dando por hecho que mantuviera el bloque del PSOE, Unidas Podemos, PNV, Compromís y PRC, que le garantiza 173 síes, le bastaría la abstención de ERC (15) para ser investido. E incluso solo la de los cuatro diputados de EH Bildu en el caso de que los diputados de JxCat suspendidos no renunciaran al escaño. Pero esa vía es la última que desea Sánchez. Si ya pone pegas a una coalición con Unidas Podemos por apoyar el derecho a decidir, que su mayoría dependiera del independentismo catalán sería una permanente espada de Damocles.

¿Qué otras opciones tendría Sánchez sin depender ni de Unidas Podemos ni de los independentistas? Ni siquiera la más que improbable abstención de Ciudadanos (57 escaños) le bastaría para tener más síes que noes, dado que en ese caso, con nacionalistas e independentistas votando en contra junto al PP sumarían 167 (o 170 si renuncian los diputados de JxCat suspendidos), frente a 123 votos favor y 57 abstenciones. Sería necesario que tanto el PP como Ciudadanos se abstuvieran para que se diera esa posibilidad. Entonces, podría ser investido con 123 votos a favor, 123 abstenciones (PP y Cs) y 104 votos en contra (o 101). Algo que, pese a las presiones de Sánchez, es pura ciencia ficción.