La asamblea de Barcelona en Comú definirá la estrategia de pactos
07 jun 2019 . Actualizado a las 07:59 h.El ganador de las elecciones municipales en Barcelona, el republicano Ernest Maragall, ha dejado las negociaciones con el equipo de la candidata de Barcelona en Comú y alcaldesa en funciones, Ada Colau, «en stand by al menos hasta este viernes [por hoy]», cuando hay una asamblea de los comunes que podría decidir su estrategia de pactos. De hecho, la dirección de Barcelona en Comú acordó anoche proponer hoy en la asamblea que Colau se presente a la investidura para optar a la alcaldía.
En un artículo publicado ayer en El Periódico, el cabeza de lista republicano le pedía este jueves a Ada Colau «lealtad y saber hacia dónde vamos», al tiempo que exigía a la rupturista que rechazara los votos de Valls y denunciaba que el PSC «no es en estos momentos una opción seria para compartir proyecto». «Nadie lamenta más que yo esa situación de los socialistas», explica antes de lanzar un reto a sus potenciales socios de los comunes: «Barcelona no puede ser escenario de regateos de poder ni de componendas impuestas y antinaturales que generarían inestabilidad y refuerzo del frentismo. Barcelona es demasiado importante para dejarla en manos de intereses ajenos o para aceptar que sea gobernada desde combinaciones incongruentes y contrarias a la voluntad que los ciudadanos acaban de expresar con claridad». Maragall ha ofrecido crear una nueva figura en el Gobierno municipal para Colau, que sería una especie de vicealcaldesa si acepta que el republicano sea el nuevo regidor. Pero su oferta no ha encontrado respuesta y el líder de Esquerra ha interrumpido las negociaciones con los comunes hasta que decidan si quieren pactar con ERC o si optan por el PSC con los votos de Manuel Valls (BCN Canvi-Cs).
«Liderazgo compartido»
Maragall ofrece a BComú un «liderazgo compartido de la institución», y lamenta que, si no existiera una propuesta del voto sin condiciones de Valls, actualmente estarían trabajando más tranquilamente con los comunes y profundizando en el futuro, ante lo que reclamó a Colau que sea responsable con los resultados de las elecciones, en las que ERC fue la fuerza más votada.
El aspirante republicano justificó la paralización de las negociaciones para evitar que se den conversaciones a tres bandas, en lo que calificó de vodevil y confusión porque el PSC no quiere dialogar con los republicanos: «No queremos ni interferir ni ser utilizados, ni complicar las conversaciones», dijo antes de mostrarse convencido de que un gobierno progresista de ERC y los comunes sería lo mejor para la ciudad.