Malestar en los Mossos por el polémico cambio de jefe y la nueva guardia de Torra

La Voz REDACCIÓN

ESPAÑA

Miquel Esquius, el jefe de los Mossos cesado, abraza a varios policías nacionales durante la entrega de despachos de la una nueva promoción de la carreja judicial, un acto celebrado en enero del 2019 y presidido por el rey
Miquel Esquius, el jefe de los Mossos cesado, abraza a varios policías nacionales durante la entrega de despachos de la una nueva promoción de la carreja judicial, un acto celebrado en enero del 2019 y presidido por el rey Chema Moya | Efe

El subjefe de la Comisaría General de Información del cuerpo, Eduard Sallent, ocupará su puesto

03 jun 2019 . Actualizado a las 20:47 h.

Miquel Esquius fue destituido ayer como jefe de los Mossos d’Esquadra. Esquius solo ha permanecido al frente de la Policía catalana 10 meses, tras coger el testigo de Ferran López, que fue quien relevó a Josep Lluís Trapero, que en breve será juzgado en la Audiencia Nacional por sedición por su presunta implicación en el proceso secesionista.

Se trata de la segunda remodelación de calado en la cúpula de los Mossos durante el mandato de Quim Torra, quien ayer cumplió un año en el cargo. El consejero del Interior, Miquel Buch, ha anunciado este lunes el nombramiento de Eduard Sallent como máximo responsable de la policía autonómica. Sallent asciende como jefe de los Mossos desde la Comisaría General de Información donde hasta ahora era subjefe.

El cambio en la cúpula policial catalana llega en plena polémica en torno a la decisión de la Generalitat de crear una unidad de guardia presidencial, una especie de guardia pretoriana para escoltar a Quim Torra, integrada por agentes de los Mossos, pero al margen de la estructura del cuerpo policial y que ha generado malestar en el seno de la policía autonómica. Como también lo ha provocado el nombramiento de Sallent, pues fue ascendido a comisario y elegido jefe en horas.

Papel de puente

Buch ha justificado el cambio en el hecho de que a su juicio Esquius ha ejercido un papel de «puente», entre el período anterior a su mandato marcado por el 155 y el actual que debe llevar hacia la «normalidad», según el consejero. «Se abre una nueva época», señaló Miquel Buch, que ha encargado al nuevo jefe de los Mossos, por cierto, conocido por su independentismo moderado, la labor de «apartar al cuerpo policial del debate partidista y centrarlo exclusivamente en la prestación de seguridad ciudadana», según el nuevo jefe policial. «Queremos dar un nuevo impulso a los Mossos» preparar la «Policía del futuro», apuntó el consejero.

En enero, Interior de la Generalitat acometió cambios de calado en la dirección del cuerpo policial, muy criticado el pasado diciembre, después de la intervención de los Mossos en Gerona y Tarrasa contra manifestantes del independentismo radical.