Los consejeros que dimitieron por la deriva secesionista de Puigdemont, hoy ante el tribunal del 1-O
ESPAÑA
También declara el jefe de los Mossos que se fue por discrepancias con el entonces presidente de la Generalitat
23 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Fueron los rebotados de la deriva independentista. Los dirigentes políticos catalanes que hicieron las maletas dos meses antes de que el Parlamento autonómico aprobara las leyes de desconexión, el marco de partida del referendo ilegal y la posterior declaración unilateral de independencia. Este martes acudirán como testigos al juicio contra los líderes independentistas que se celebra en el Tribunal Supremo. Y sus declaraciones, los «motivos personales» que justificaron su salida, podrían servir de ariete indiciario contra los procesados que se sientan en el banquillo de los acusados. Los convergentes Jordi Jané, Meritxell Ruiz y Jordi Baiget y el socialista Albert Batlle tomarán este martes la palabra a propuesta de la acusación popular Vox. Los tres primeros fueron consejeros de Interior, Educación y Empresa del Gobierno de Carles Puigdemont hasta julio del 2017, mientras que el tercero dirigió los Mossos d’Esquadra antes de pasarle el testigo a Pere Soler. El político convergente que hoy está procesado por un delito de sedición en la Audiencia Nacional por poner a la policía catalana al servicio del proceso secesionista en Cataluña.
Coincidiendo con el día de Sant Jordi, el programa de la undécima semana judicial se presenta de alto voltaje tras concluir la comparecencias de los policías nacionales y guardias civiles que formaron parte del operativo para impedir el referendo ilegal del 1 de octubre del 2017. No parece casualidad, a priori, que la semana de las elecciones generales sea la más política en lo que llevamos de abril.
Pere Aragonés, citado por Vox
Pero quizá esta planificación acentúe el alejamiento que el tribunal ha querido proyectar sobre los comicios electorales, pese a que este martes también está llamado el único político con cargo público en la actualidad: el vicepresidente de la Generalitat y consejero de Economía Pere Aragonès. El dirigente de ERC ha sido citado por Vox en calidad de secretario de Economía durante el 1-O, motivo por el cual está siendo investigado por un juzgado de Barcelona. En un escrito dirigido al tribunal, Aragonès solicitó este lunes, precisamente, el aplazamiento de su testifical y avanzó que se acogería a su derecho de no responder a las preguntas por su situación procesal (el Tribunal Superior de Cataluña se pronunciará en próximas fechas dada su actual condición de aforado autonómico, pero la Fiscalía ya avanzó en otoño pasado que no veía motivos suficientes para encausarle por la organización de la consulta).
«Jané estaba incómodo»
En sus comparecencias ante el juez instructor Pablo Llarena, los exconsejeros de Puigdemont admitieron que dimitieron porque el escenario en Cataluña se estaba complicando y pusieron distancia de la deriva independentista que colisionaba con la legalidad. Ello pese a que votaron en el referendo como ciudadanos de a pie. Así, Jordi Jané (Interior) señaló que no compartía la «vía unilateral» del 1-O y que los Mossos debían cumplir y hacer cumplir la ley, mientras que su compañera Meritxell Ruiz (Educación) se fue cuando supo que se había fijado fecha y pregunta de la consulta porque sabía que era «un acto ilegal». No obstante, ambos dijeron desconocer el documento Enfocats, la hoja de ruta secesionista incautada a Josep Maria Jové, la mano derecha del exvicepresidente Oriol Junqueras, juzgado ahora en el Supremo por un delito de rebelión. Sobre Jané y Albert Batlle, el mayor de los Mossos Josep Lluís Trapero declaró al tribunal que sus salidas estuvieron relacionadas con la «deriva política» del Gobierno de Puigdemont y que, en el caso concreto del responsable de Interior, estaba «incómodo» y no quería sufrir «ningún tipo de riesgo». A Jané le sustituyó el hoy procesado Joaquim Forn, cuya carta de presentación molestó sobremanera a la cúpula policial catalana.