Cabe recordar que entre el material que distribuyó hay un vídeo en una azotea en la que muestra a su hermano cómo usar una catana y otro de «enseña a tus nenes a disparar». Respecto al primero, se defendió alegando que pretendía ganarse la vida dando clases de artes marciales, mientras que sobre el segundo equiparó el enseñar a los menores a usar las armas a la práctica de un deporte, «como montar a caballo, nadar o tirar con arco».
Sin embargo, el fiscal desmontó sus argumentos recordándole que sacó algunos vídeos de plataformas del Estado Islámico y que, pese a proclamarse defensor de los derechos humanos, solo mostraba imágenes del lado yihadista. «Por los discursos que defiende, se mata», sentenció. Cuando le detuvieron, escondía un machete y una navaja táctica.