El número dos de Trapero afirma que Puigdemont dijo que declararía la independencia si había incidentes el 1-0

La Voz REDACCIÓN

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Ferrán López insiste en que Form mintió al proyectar una imagen del cuerpo que no era la correcta porque los Mossos querían cumplir el mandato judicial

03 abr 2019 . Actualizado a las 19:43 h.

El que fuese número dos del mayor Trapero, Ferrán López, ha revelado que el expresidente Carles Puigdemont advirtió a la cúpula de la policía autonómica de que si el 1-O se producían incidentes violentos entre los votantes y las fuerzas policiales, «él en ese mismo momento, declaraba la independencia». López, sustituto de Trapero como jefe de los Mossos tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución, ha comparecido en el juicio por el desafío secesionista, donde ha seguido punto por punto la versión de Trapero en relación a las reuniones que los Mossos mantuvieron con el Gobierno de Carles Puigdemont el 26 y 28 de septiembre de 2017.

«Puigdemont dijo que si se producía ese escenario que nosotros preveíamos, él en este mismo momento declaraba la independencia, es una frase que recordamos todos perfectamente porque es difícil de olvidar», ha dicho el comisario. Esta reacción, ha continuado, afectó relativamente poco a la cúpula de los Mossos y solamente reafirmaba que el 1-O se encaminaban a un escenario dibujado y que a pesar de esto se quiso transitar, porque «más allá del peso de la frase, no modificaba el auto de la magistrada y no modificaba la actuación de Mossos».

López ha relatado también que Puigdemont les dejó claro «un mandato» y que seguirían adelante con el referendo, desoyendo las recomendaciones de los Mossos para desconvocar el 1-O ya que «era evidente que de una forma u otra iba a haber incidentes». Todo ello sucedió en el segundo encuentro de los Mossos con el Gobierno catalán y al que, además de Puigdemont, también asistieron el exvicepresidente Oriol Junqueras y el exconseller Joaquim Forn.

López ha dicho no recordar lo que dijeron Junqueras y Forn pero sí que «la postura de los tres era homogénea y monolítica» y que «no había divergencias» ya que el 1-O «era un compromiso que tenían». 

Creciente preocupación

Tanto el 26 como el 28, la cúpula de la policía autonómica pidió al Gobierno «que se diese cumplimiento a las instrucciones de no montar el referendo» y trasladaron su «preocupación» por lo que podría acarrear la celebración del 1-O a la vista del «clima de tensión» creciente y de las instrucciones judiciales de impedirlo. Los Mossos, ha continuado, les advirtieron de «un conflicto seguro» ante la existencia de «elementos inestables» que podían producir «efectos contraproducentes» que desembocaran, metafóricamente ha dicho, en un «incendio» el 1 de octubre.

Sin precisar si advirtieron de incidentes graves o violentos, López ha querido dejar claro que está «totalmente convencido de que el mensaje llegó de manera clara y nítida de que si seguían adelante con promover la votación habría problemas».

Y si algo ha querido dejar claro López, investigado en un juzgado de Cornellá (Barcelona) por presunta pasividad el 1-O, es que «los Mossos nunca colaboraron ni organizaron ningún acto previo al referendo» y que el objetivo de las reuniones no era comunicar que ellos cumplirían el mandato judicial, ya que eso «se daba por descontado» y los responsables del Gobierno lo tenían «más que claro».

López ha dicho que la segunda reunión del día 28 se produjo una vez que los Mossos no recibieron «respuesta formal» en el encuentro del día 26 con Puigdemont y Forn y del que salieron con un sentimiento «pesimista» que luego fue ratificado.

Por ello, Trapero pidió un segundo encuentro, esta vez también con Junqueras y con la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, quien no acudió pese a la importancia de su asistencia, no tanto en relación al impedimento del referendo sino «en general con el cumplimiento de la legalidad».

El contenido de sendas reuniones se lo transmitió al coordinador Diego Pérez de los Cobos la noche del 28 ya «que era importante hacer llegar exactamente las coordenadas precisas de donde estaban los mossos».

La interpretación de Form

López, en su declaración en el Supremo, también acusó al exconsejero del Interior, Joaquín Form, de trasladar a la sociedad una imagen de los Mossos que no era la correcta, ya que el cuerpo policial estaba dispuesto a cumplir el mandato judicial para impedir la celebración del 1-0.

«Era un error porque proyectaba una posición de mossos que no era correcta» y también porque «nos colocaba en una situación que no era la que estábamos realmente instalados», ha señalado el comisario.

Con todo, ha manifestado que «el señor Forn nunca pidió nada a la jefatura de policía relacionado con el 1 de octubre». Respecto a los registros del 20-S, el que fuera número dos de Trapero ha señalado que ese día tenía registradas 38 llamadas con el responsable de la Guardias Civil y que «el apoyo fue constante, fue mutuo y la comunicación fue absolutamente fluida».