El ex jefe de información de la policía en Cataluña carga contra los Mossos por favorecer el 1-O

mateo balín MADRID / COLPISA

ESPAÑA

El abogado del exconsejro Forn, Xavier Melero, intentó justificar que los Mossos hubieran usado el 1-O un canal de comunicación cerrado para informar te temas sensibles, como reveló el jefe policial de Información Quintela.
El abogado del exconsejro Forn, Xavier Melero, intentó justificar que los Mossos hubieran usado el 1-O un canal de comunicación cerrado para informar te temas sensibles, como reveló el jefe policial de Información Quintela. EFE

Afirma que las fuerzas de seguridad del Estado fueron espiadas por agentes autonómicos y que los centros se llenaron de gente porque los Mossos anunciaron que no irían hasta las seis de la mañana

03 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El comisario del Cuerpo Nacional de Policía Manuel Quintela ofreció este martes en el juicio por el 1-O uno de los testimonios más duros contra la actuación de los Mossos d’Esquadra. El que fuera jefe de la brigada de Información en Cataluña sostuvo, en línea con la Fiscalía, que la policía catalana mostró en general pasividad para impedir el referendo ilegal. Detalló los seguimientos realizados por mossos a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y cuantificó 80 actos de violencia desde los incidentes del 20 de septiembre en Barcelona hasta la aprobación de la declaración unilateral de independencia, el 27 de octubre del 2017.

El testimonio de Quintela es importante. Estuvo en reuniones preparatorias del dispositivo del 1 de octubre. Sostuvo que a pesar de que la Fiscalía había ordenado que las instrucciones fueran secretas, la filtración el 29 de septiembre de cómo iba a ser la actuación de los Mossos (ir a los colegios a las seis de la mañana) fue clave para que la multitud ocupase los centros antes. La orden se colgó en la intranet de los Mossos.

Quintela relató algunos «escenarios conflictivos». En un instituto de Barcelona, afirmó, la pareja de mossos se interpuso entre los agentes y los concentrados. En otro, «un mosso se puso con los brazos en cruz diciendo ‘dejadlos votar’». También relató que agentes de la policía catalana les hicieron «seguimientos» desde que salían de la base en el puerto. Avisaban «pormenorizadamente» de sus movimientos y hubo 271 comunicados sobre su ubicación. Esta actuación, dijo, «no pudo ser aislada», pues se repitió en las cuatro provincias. «No es una apreciación subjetiva», ya que el 1-O a las 8.15 se lanzó un «comunicado» desde el Centro de Coordinación Operativo (Cecor) de los Mossos en el que dieron esa «instrucción». «Usaban un código interno, llamado clave 21, para comunicarse por teléfono y evitar así los canales abiertos» para temas sensibles. 

«Clave 21»

La revelación fue importante y el abogado del exconsejero de Interior trató por todos los medios de rebatirla diciendo que es habitual su uso cuando los canales están colapsados. Pero Quintela se mantuvo firme: «Querían un canal en cerrado y, además, hubo mossos que dijeron al Cecor que sus comunicaciones fueran en abierto» para evitar problemas futuros. El pasado 7 de marzo, el homólogo de Quintela en los Mossos, el comisario Castellví, negó que el Cecor diera esa orden. Sin embargo, Quintela reveló un suceso «extremadamente grave». El 3 de octubre del 2017, día de la huelga general en Cataluña, un vehículo camuflado de la policía fue seguido por una patrulla de los Mossos y, pese a tener tiempo para comprobar la matrícula, «se atravesaron, les pusieron los destellos, se bajaron echando la mano al arma y con ella enfundada les pidieron la documentación», relató para escenificar la tensión.

Por otra parte, la Generalitat se encuentra en una situación financiera límite y ha tenido que recurrir a un crédito extraordinario del Estado para afrontar el pago de salarios. El Ejecutivo de Torra ha aprobado un decreto ley que concede un suplemento de unos 814 millones de euros a los Presupuestos del 2017 para atender gastos como el retorno del 40 % de la paga extra del 2013.