Las incógnitas que planean sobre el caso de Godella

Manuel Costoya
M. C. Cereijo REDACCIÓN | LA VOZ

ESPAÑA

Agentes de la Guardia Civil recogen pruebas en la finca donde se produjo el crimen de Godella
Agentes de la Guardia Civil recogen pruebas en la finca donde se produjo el crimen de Godella Manuel Bruque | EFE

Los padres de los dos niños asesinados se niegan a declarar como estrategia de sus defensas, lo que deja abierta muchas preguntas sobre el infanticidio

01 jun 2021 . Actualizado a las 17:16 h.

María Gombau y Gabriel Salvador Carvajal han pasado su primera noche en la cárcel después de negarse a declarar y no ofrecer ningún dato al juez tras el confuso relato de lo sucedido en la casa de Godella donde aparecieron con fuertes golpes en la cabeza los cuerpos de sus dos hijos, Amiel, de tres años y medio, y Rachel, de apenas cinco meses. Los dos están en prisión preventiva sin fianza y acusados del doble asesinato.

El caso ha evolucionado del «maté a mis hijos porque fue una orden de Dios», que dijo la madre a los investigadores horas después de que se encontrasen los cadáveres, a la amnesia más absoluta, sin duda una estrategia impuesta por los abogados de la pareja, que deja abiertas muchas incógnitas en un caso que ha conmocionado a la opinión pública.

¿Cuáles son los hechos objetivos?

El pasado jueves trasciende que habían desaparecido dos niños, Amiel de tres años y medio y Raquel, de apenas tres meses. Decenas de agentes los buscan y al final los localizan en dos fosas con la cabeza llena de golpes. María Gombau y Gabriel Salvador Carbajal, una pareja antisistema que vivían de okupas en una casa de Godella, en la provincia de Valencia, son sus padres. Gombau, una chica de 28 años de buena familia, revela donde se encontraban los dos cuerpos, que presentaban fuertes golpes en la cabeza. Los agentes localizaron a María oculta y desnuda en un bidón.

¿Quién mató a los dos niños?

Todo apunta a María Gombau, que fue la única que reconoció abiertamente en la habitación 211 del Hospital de Llíria que había acabado con la vida de Amiel y Raquel siguiendo una «orden divina». La joven recibía desde el 2017 tratamiento psiquiátrico en el centro de salud de Godella y fuentes de la investigación apuntan a que la mujer podría haber sufrido un brote psicótico esquizofrénico la noche de las muertes. Pero antes de esta confesión, Gombau insinuó que su marido sabía donde se encontraban los niños.

¿Cuál fue el papel de Salvador Carvajal, la pareja de Gombau?

No está claro sino tuvo nada que ver, lo que parece improbable, fue cómplice o incluso el es el asesino, en solitario o con su pareja de los niños. En varios medios dos testigos relataron una presunta «manipulación mental» que el padre de los niños ejercía sobre María, hasta el punto de «aislarla» de su entorno más próximo, familiar y de amistades. Incluso llegaron a declarar que Gabriel habría llegado a maltratar a su hijo mayor, Amiel, porque le tenía celos. Las primeras hipótesis apuntaban a que Carvajal habría actuado, como mínimo, de encubridor del doble crimen. El hombre declaró antes de ingresar en la cárcel que los niños ya no se encontraban en la casa cuando él se despertó a primera hora de la mañana del jueves. Los menores ya habían muerto y estaban enterrados en la parcela, pero Gabriel no lo sabía, según una de las hipótesis que baraja la Guardia Civil. El hombre dijo que entonces discutió con su mujer porque sospechaba que ella los había matado. Eran las 7.30 horas de la mañana. La joven salió corriendo y él la persiguió. Ambos iban desnudos. El 112 recibió una llamada en la que varios vecinos los alertaban de lo que parecía una agresión sexual o un caso de violencia de género. Cuando llegaron los primeros policías locales a la parcela de Godella, el padre estaba dentro de la caseta y tenía rasguños en el rostro. Tras contar diferentes versiones sobre lo ocurrido, Gabriel dijo a los policías locales y guardias civiles que no debían preocuparse. «Están todos muertos», espetó. Luego localizaron a María en el bidón y ella confesó donde estaban los cuerpos de los dos niños.

¿Cuál es el futuro del caso?

Está todavía por escribir. La pareja se encuentra ingresada en la prisión de Picassent, concretamente en la enfermería de cada módulo, para hombres y mujeres, y sometidos a protocolo antisuicidio, por lo que ambos cuentan con vigilancia adicional de otro preso de apoyo. Si las abogados de la pareja no cambian las estrategias es muy poco probable que sus clientes confiesen. Todo quedará pendiente de la investigación policial y la aparición de pruebas que puedan reconstruir el relato de los hechos.