300 antidisturbios para blindar la protesta independentista del sábado en el centro de Madrid

Melchor Sáiz-Pardo COLPISA | MADRID

ESPAÑA

BENITO ORDOÑEZ

La Brigada de Información de la Policía Nacional lleva días detrás de grupúsculos radicales de izquierda y derecha ante el temor de que provoquen altercados

16 mar 2019 . Actualizado a las 17:11 h.

La Policía Nacional y la Delegación del Gobierno se preparan para un despliegue inédito en la historia de Madrid. Novedoso, no por su dimensión ya que va a ser un operativo de tamaño «mediano», sino porque se trata de evitar incidentes en una manifestación, que se espera multitudinaria, de independentistas catalanes en la capital de España, y no hay ni una sola experiencia previa de un acto así ni de los problemas que pueden surgir.

Interior, según han revelado mandos del operativo, va a movilizar a 300 antidisturbios para dar protección a los manifestantes secesionistas que a partir de las 18:00 horas de este sábado recorrerán el kilómetro y medio que separa la Estación de Atocha de la Plaza de Cibeles. El grueso del operativo correrá a cargo de las Unidades de Intervención de la Policía (UIP), que aportaran 250 efectivos procedentes de las bases I (Madrid), VI (Pamplona/ Bilbao), IX (Oviedo) y X (Canarias). Los UIP estarán apoyados por otros efectivos de contención de masas de las Unidades de Prevención y Reacción (UPR) y de los Grupos Operativos de Respuesta (GOR).

Se trata de un despliegue equivalente a un partido de alto riesgo de primera división, pero no es, ni mucho menos, un operativo desmesurado. De hecho, los técnicos de Interior, que esperan una asistencia que no superará las 50.000 personas, no están preocupados por la contención o por la virulencia de la marcha, sino por el entorno y la imposibilidad de mantener «encapsulados» a los manifestantes en las horas previas y posteriores, sobre todo porque varios grupos tienen intención de asistir al partido que posteriormente enfrentará al Leganés con el Girona.

Los especialistas de la Brigada de Información llevan varios días monitorizando a grupúsculos tanto de extrema izquierda (cercanos a colectivos antisistema, independentistas castellanos y a hinchadas de fútbol) como de extrema derecha, que ya han hecho público en redes sociales y a través de sistemas de mensajería su intención de hacerse presentes en la marcha. Y es ahí donde la Policía cree que podrían producirse los problemas. Aunque se trata de colectivos con una capacidad de movilización que no supera el centenar de miembros, su dispersión y la posibilidad de que haya «encuentros» entre «grupos antagónicos» les hacen «potencialmente problemáticos».

Es por ello, que los servicios de Información tienen intención de desplegar a «decenas» de funcionarios de paisano para intentar prever los movimientos de estos grupos y, en la medida de lo posible, impedir que traten de «reventar» la manifestación o protagonicen incidentes en las inmediaciones.