El culto al líder en Podemos torpedea su mensaje feminista

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID | LA VOZ

ESPAÑA

PODEMOS

Sus adversarios políticos critican la falta de coherencia entre el mensaje y la imagen que proyectan

07 mar 2019 . Actualizado a las 15:11 h.

No es la primera vez que el mensaje feminista de Podemos no se corresponde con la imagen que traslada. Este miércoles la formación morada fue objeto de un importante número de críticas debido al cartel con el que anunciaba el regreso de su secretario general tras disfrutar de la baja por paternidad.

Una imagen de espaldas de Pablo Iglesias, puño en alto, dirigiéndose a una plaza abarrotada de simpatizantes rescatada del archivo, algo que denota que hubo tiempos mejores. En el cabecero, en mayúsculas: vuelve, pero haciendo un juego de palabras con las dos letras centrales en otra tonalidad de morada destacando la palabra «él». Todo esto derivó en acusaciones de machismo, algo que escuece especialmente en un partido que intenta adueñarse de la bandera feminista.

Podemos busca recuperar la iniciativa que ha perdido en los últimos meses, devorado por las crisis internas y tras haberse convertido en la muleta de Sánchez sin capacidad de capitalizar las medidas sociales impulsadas por el Ejecutivo, todas apuntadas al casillero del presidente del Gobierno. Desde la dirección del partido morado tenían dos fechas señaladas para ello: la manifestación feminista de este viernes 8 de marzo y el regreso de Pablo Iglesias a la actividad política tras su retiro en Galapagar cuidando de sus hijos.

El problema con el que se han encontrado es que tenían tantas ganas de anunciar la segunda que acabó ensombreciendo a la primera. Es decir, que el exagerado culto al líder que se estila en la organización acabó ensombreciendo su mensaje feminista. La metedura de pata fue tal que hasta el propio Pablo Iglesias salió a admitir el error. «No me siento identificado», manifestó en las redes sociales sobre un cartel que acabaron retirando.

Eso no impidió que sus adversarios políticos aprovecharan el asunto para meterle el dedo en el ojo. Siguiendo la estrategia del PSOE de hacer muy poco caso a Podemos durante la precampaña, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, se limitó a valorar que había sido una «equivocación». Algo más incisivo fue el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, que esta misma mañana en Antena 3 cuestionó el feminismo «sectario» y de «cara a la galería» que practican en Podemos: «Mientras dicen nosotras, no hacen nada por las mujeres; mientras dicen portavozas, no cambian la vida de las mujeres», advirtió.

Por su parte, en el PP, el secretario de Imagen Corporativa del partido, Sergio Ramos, bromeó que tan solo faltó poner «el macho» en el cartel con el que Podemos trataba de promocionar el regreso de su líder. 

Nicolás Rodríguez | EFE

Este derrape feminista de Podemos se une a otros muy sonados, como cuando Iglesias convocó en Princesa a Errejón y a Espinar para hacerse una foto a tres como símbolo de la paz más breve de la historia. Justo detrás de los tres varones, un rótulo en grande en el que se leía: «Nosotras».

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