Este sábado comparte mitin con Rivera en Madrid, lo que algunos interpretan como la presentación oficiosa de la canditatura
23 feb 2019 . Actualizado a las 09:14 h.El desembarco de Inés Arrimadas en Madrid es ya algo más que un runrún político. Cada vez son más las voces internas en Ciudadanos las que dan por hecho el salto a la arena nacional de su líder en Cataluña. De puertas hacia fuera el silencio es sepulcral. Nadie en la cúpula naranja confirma que el nombre de la jerezana estará junto al de Albert Rivera en las listas del partido para el próximo 28 de abril. Pero tampoco lo desmienten e insisten en que la decisión está en manos de la propia interesada que, por el momento, calla. Aunque no por mucho tiempo. Arrimadas aterriza este sábado en Madrid para compartir mitin con el líder de los liberales y se espera que sea allí donde despeje la incógnita sobre su futuro. Será justo la víspera de su visita a Waterloo, acompañada de las dos personas con más posibilidades de sucederla en el Parlamento catalán, el actual portavoz, Carlos Carrizosa, y la senadora por designación autonómica Lorena Roldán.
De confirmarse su ascenso a la primera división de la política, no sería, en ningún caso, como número dos de Rivera, sino como número uno por la candidatura de Barcelona al Congreso. Un puesto que deja vacante Juan Carlos Girauta, que irá por Toledo, y que obliga a la también portavoz nacional a concurrir a las primarias como marcan los estatutos del partido, cuyo plazo de inscripción termina el próximo martes. Con este movimiento, Arrimadas no dejaría de lado Cataluña, «prioridad» de Ciudadanos y de la propia dirigente, tal y como apuntó el secretario general José Manuel Villegas este martes. El rumor ha generado inquietud en las filas catalanas, que ven con preocupación su salida.
Desde su nombramiento como líder en esta comunidad, el trabajo de la formación allí ha girado en torno a ella. Consideran a Arrimadas una pieza «fundamental» y temen que el partido quede descabezado con su marcha. «La política española la necesita, pero Cataluña también», remarcó Manuel Valls, candidato a la alcaldía de Barcelona con el apoyo de Ciudadanos, para quien el traslado tiene más contras que pros. La mudanza a Madrid se interpreta como una apuesta de Rivera para dar la batalla con todas sus armas al PP y convertirse así en la principal fuerza del centro derecha. «Es la mujer más importante, más valiente y más preparada de la política española», dijo de ella el líder naranja.
