La Fiscalía pide cuatro años de prisión para Villarejo por revelación de secretos en el caso Pequeño Nicolás

Mateo Balín MADRID | COLPISA

ESPAÑA

CEDIDA

El comisario está acusado de grabar una reunión entre policías y agentes del CNI para difundir después su contenido en el digital de su esposa

08 feb 2019 . Actualizado a las 15:18 h.

La Fiscalía Provincial de Madrid ha pedido cuatro años de prisión para el excomisario de policía José Manuel Villarejo como autor de un delito de descubrimiento y revelación de secretos en una pieza separada del caso del Pequeño Nicolás. El representante del ministerio público considera que Gema Alcalá, la esposa de Villarejo, y Carlos Mier, periodista de la web de la primera Información Sensible, son cooperadores necesarios en la comisión de dicho delito y por eso reclama para ellos una pena de tres años de prisión.

El escrito de acusación señala que, a finales de septiembre del 2014, la Unidad de Asuntos Internos del Cuerpo Nacional de Policía comenzó a investigar las actividades de Francisco Nicolás Gómez Iglesias tras recibir varias informaciones sobre que este se hacía pasar, ante varios importantes empresarios españoles, como enlace entre la Vicepresidencia del Gobierno y la Casa Real, y como agente del Centro Nacional de Inteligencia. A raíz de estas investigaciones, el 14 de octubre del 2014 el Pequeño Nicolás fue detenido en Madrid acusado de los delitos de estafa, usurpación de funciones públicas y falsedad documental. Tres días más tarde pasó a disposición judicial y se acordó su libertad con la medida cautelar de prohibición de abandonar el territorio nacional. Durante el tiempo que estuvo detenido, en concreto el 15 de octubre del 2014, el periódico digital Información Sensible publicó un artículo titulado «Detenido un joven que habría estafado a los Pujol simulando ser un agente del CNI enviado por la vicepresidenta» y el día 16 publicó otro titulado «La segunda vida de Nicolás: cómo estafar a los Pujol simulando ser un emisario enviado por la vicepresidenta», ambos firmados por el también acusado Carlos Mier y en los que se incluían informaciones «de las que, en ese momento, únicamente tenían conocimiento los agentes de la asuntos internos que llevaban la investigación y sus superiores en la policía».

Por su parte, el comisario jefe de asuntos internos, Martín-Blas, había convocado para el 20 de octubre una reunión con el fin de informar al CNI de la investigación en marcha sobre el Pequeño Nicolás. En su calidad de comisario adjunto a la dirección adjunta operativa del Cuerpo Nacional de Policía, Villarejo tuvo conocimiento de la convocatoria de la reunión  «y planeó grabar la conversación que pudiera tener el comisario Martín Blas con los agentes del CNI, con el propósito de difundirla posteriormente en Información Sensible y otros medios de comunicación y lograr así obstaculizar, entorpecer o bloquear la investigación en curso sobre Francisco Nicolás Gómez Iglesias».

Así, Gemma Alcalá, esposa de Villarejo y directora del periódico, ordenó a Carlos Mier, el único periodista que trabajaban en dicho medio digital, que grabara parte de la conversación mantenida durante la reunión que, por intervenir dos agentes del CNI, tuvo carácter de «secreto oficial». Lo que hizo Mier por orden de Villarejo fue llamar desde su móvil al del comisario Martín Blas, «que activó algún tipo de aplicación informática o software que permitió captar el sonido ambiente sin que pudiera ser advertido por este». Dicha llamada fue realizada a las 17:53:04 horas del día 20 de octubre del 2014 y tuvo una duración de 13 minutos y 9 segundos.

De esta forma se grabó la conversación mantenida entre los funcionarios y los agentes del CNI. La grabación, una vez editada, tenía una duración de casi siete minutos pero con un sonido de «muy baja calidad», por lo que solo ha podido transcribirse parcialmente.  Dos días después, el 22 de octubre, Mier publicó un artículo bajo el titular «El CNI trincó al pequeño Nicolás» en el que relataba, entre otros extremos, que «fuentes próximas a la investigación aseguran que fue el CNI quien encargó a asuntos internos de la policía judicializar las pesquisas que los espías habían realizado sobre el supuesto estafador.» También un mes más tarde, el 22 de noviembre, publicó otro artículo titulado: «La venganza del pequeño Nicolás: el joven denunciará a asuntos internos y CNI por fabricar pruebas contra él.» En el artículo se mencionaba, además, la existencia de una «conversación entre el comisario Marcelino Martín Blas y unos espías», en referencia a la grabación realizada y con el objetivo de buscar la nulidad de la causa. Algo que acabaría pidiendo la defensa del Pequeño Nicolás sin resultado.