Los políticos presos llegan a Madrid tras 8 horas de autobús en celdas individuales

cristian reino BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

LLUIS GENE

La despedida apenas registró incidentes y la asistencia a las protestas fue menor que en otras movilizaciones

24 jun 2019 . Actualizado a las 13:49 h.

Un autobús de la Guardia Civil trasladó este viernes a los presos secesionistas de las prisiones catalanas a las madrileñas Soto del Real (para los siete varones) y Alcalá Meco (las dos mujeres), donde estarán ingresados durante la celebración del juicio. Los nueve líderes secesionistas que están en prisión realizaron un trayecto que se prolongó entre siete y ocho horas. Viajaron en el vehículo que emplea el instituto armado para el traslado de los presos, en el que cada uno de ellos ocupa una pequeña celda individual, con un banco de metal, un cuarto de baño y una ventana, con rejas, que da al exterior. El habitáculo es del tamaño del baño de un avión.

Todos iban vestidos «de consejeros», según apuntaron fuentes del Ejecutivo catalán, con el pin cuatribarrado del Gobierno autonómico en la solapa para mostrar quiénes son y por qué serán juzgados. Los acusados abandonaron la prisión de Brians 2, cerca de Barcelona, sin esposas. Fue sobre las 9.30 horas. Pero el operativo de traslado arrancó horas antes, a las 5.46. Vehículos del área penitenciaria de los Mossos los trasladaron desde los penales de Puig de les Basses (Bassa), Mas d’Enric (Forcadell) y Lledoners (Junqueras, Turull, Romeva, Rull, Forn, Sànchez y Cuixart) hasta Brians 2, donde la Guardia Civil se hizo cargo de la custodia. Desde allí, salió un autobús, escoltado por una veintena de vehículos de Mossos y Guardia Civil.

Miles de personas les despidieron a los lados de la carretera, entre gritos de «libertad». Un amplio cordón policial vigilaba que no se produjeran incidentes. El presidente de la Generalitat, el vicepresidente y el resto de los consejeros del Gobierno catalán, excepto los consejeros Alfred Bosch y Jordi Puigneró, que estaban fuera de Cataluña, dieron un último aliento a los presos en el interior de Brians 2. Miembros de la comitiva de la Generalitat que acudió al penal los vieron «muy enteros y con ganas de que empiece el juicio».

Aunque los GAAR y los CDR habían amenazado con intentar impedir el paso del convoy, la amplia presencia policial lo hizo imposible. Apenas se produjeron incidentes.

Boicot con aceite en la vía

Los CDR denunciaron algunas cargas. Fue en Mas d’Enric, donde varias decenas de personas fueron desalojadas por los Mossos de la carretera a porrazos. Una persona resultó herida. En Lledoners, los manifestantes, con los palos de las banderas esteladas, trataron de picar en las furgonetas, para mostrar su apoyo a los presos. «No estáis solos», «libertad, presos políticos», gritaban. Algunos manifestantes arrojaron aceite y los bomberos tuvieron que limpiar la vía. Pero las furgonetas pudieron seguir su trayecto.

También los políticos presos recibieron el apoyo en manifestaciones celebradas por la tarde, que convocó la ANC en todas las capitales de comarca (41) y en Barcelona. Los CDR convocaron por su cuenta. Eso sí, no fueron tan multitudinarias como otras protestas del independentismo.

En Barcelona, la ANC cambió por sorpresa la protesta prevista en los jardines de Gràcia. Como Torra en su discurso institucional, la Asamblea buscó la atención de la UE y 21 de sus activistas ocuparon la sede que la Comisión Europea tiene en la capital catalana para reclamar la libertad de los presos. Varias decenas de personas bloquearon la puerta desde fuera. En paralelo, varios miles de personas se concentraron frente al edificio de la UE. Pero muy lejos de las manifestaciones multitudinarias de la ANC. La iniciativa cogió a contracorriente a los partidos. Hasta el punto que no acudió ningún representante de JxCat. Ya hace tiempo que la ANC ha roto con el independentismo institucional y la semana que viene realizará movilizaciones contra Torra, pues considera que no hace nada para hacer efectiva la república. Arran, la rama juvenil de la CUP, también se manifestó por su cuenta. Activistas suyos arrojaron pintura, huevos y petardos contra la sede de la Fiscalía.