El director de la Guardia Civil ve la muerte del pequeño Julen como un caso de homicidio imprudente

M. C. C. REDACCIÓN

ESPAÑA

|EFE.Los agentes de montaña de la Guardia Civil que participaron durante 13 días en el operativo de rescate de Julen en Totalán
Los agentes de montaña de la Guardia Civil que participaron durante 13 días en el operativo de rescate de Julen en Totalán Daniel Pérez

Los señalados son el pocero y el dueño de la finca, familiar del niño

29 ene 2019 . Actualizado a las 19:07 h.

La investigación sobre el caso del pequeño Julen afronta su recta final y todo apunta a que puede acabar tipificado como un delito de homicidio imprudente. Al menos esta es la principal hipótesis que se baraja desde la Guardia Civil. «Todos estamos pensando que no puede ser otra cosa, presuntamente» ha afirmado el martes el director general del instituto armado, Félix Azón, en Málaga, localidad a la que se desplazó para «reconocer el esfuerzo» que realizaron los integrantes del dispositivo de rescate y elogiar el «magnífico trabajo de coordinación» de la comandancia dela ciudad andaluza de un operativo «tan complejo».

Azón ha explicado que se trabaja a «mil por mil» en una investigación que está casi concluida y que apunta a dos nombres. Uno es el propietario de la finca, familiar de Julen, en la que se encontraban celebrando una comida el círculo más cercano al pequeño en la fatídica tarde en la cayó al pozo. El otro es Antonio Sánchez, el hombre que abrió el agujero de más de cien metros y 25 centímetros de diámetro por el que cayó el pequeño. Sánchez insistió en que contaba con todos los permisos para realizar esta obra, cuestión que desmintió la Junta de Andalucía. Se trata, por tanto, de un pozo ilegal, uno de los cerca de un millón que están perforados en España, según estimaciones no oficiales de varias oenegés.

Los agentes ya interrogaron al pocero y al propietario del terreno. Ambos se responsabilizaron mutuamente de la falta de autorizaciones, según El Mundo. Las sanciones por abrir un pozo ilegal oscilan. Las últimas ascienden a multas que han llegado hasta los 6.000 euros. El tema cambia al haberse producido una muerte, en este caso la del pequeño Julen, por lo que la sanción podrían ascender hasta los 300.000 euros, según la Ley de Aguas, independientemente de la tipificación penal del caso.

El tapón de tierra

Otro de los flecos todavía sin cerrar es el relativo al tapón de tierra que se encontró a setenta metros del pozo donde cayó el pequeño y que obligó a realizar un túnel paralelo para poder rescatar el cuerpo. La investigación no está cerrada todavía pero parece que no hay novedades sobre la teoría conocida ya la pasada semana que apunta a que cuando se produjo el trágico suceso, varios familiares se acercaron al agujero e intentaron rescatar a Julen, lo que podría haber provocado que cayese más tierra por un hueco con un estrecho diámetro. La profundidad y la gran humedad existente en esos 70 metros habrían ayudado a compactar un terreno con el que no pudo la máquina succionadora.

Esta es otra de las investigaciones que estará cerrada en «días», según el director de la Guardia Civil, quien, en su visita a Málaga, ha recordado que el Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga, es el encargado de «tomar las decisiones» que correspondan. Azón indicó que pese al esfuerzo están «profundamente tristes» por el resultado, porque les habría gustado «no haber tardado trece días, sino 24 horas en hacerlo» y que Julen pudiese curarse de sus heridas en un hospital.