Un partido hundido en la lucha de egos

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Pilar Canicoba

El hiperliderazgo de Iglesias y la ambición personal de Errejón, que tampoco es un moderado, han lastrado a Podemos

25 ene 2019 . Actualizado a las 12:48 h.

La decisión de Íñigo Errejón de renunciar el escaño culmina una lucha de egos en el partido que viene de muy lejos y que pone de manifiesto hasta qué punto el proyecto creado hace cinco años por Pablo Iglesias y el propio Errejón empieza a tocar fondo tras agotar el crédito que le llevó, a lomos del desencanto provocado por la crisis, a convertirse en la tercera fuerza política del país y a acariciar incluso el sorpasso al PSOE como fuerza hegemónica de la izquierda.

 ¿Fue un error forzar unas nuevas elecciones?

Sí. En el 2015, Iglesias forzó la repetición de los comicios renunciando a pactar con el PSOE y jugándoselo todo a un sorpasso a los socialistas y a una alianza con IU. Errejón no compartió ninguna de esas dos ideas. Aquella renuncia a pactar con el PSOE se demostró como un grave error, porque primero desgastó a Podemos, permitió luego que Rajoy gobernara y dejó después los de Iglesias sin más opción que apoyar el Gobierno de Sánchez.

 ¿Ha sido positivo el hiperliderazgo de Iglesias?

No. La incapacidad de Iglesias para reconocer sus errores, su hiperliderazgo en el partido y la depuración de todos los que han pretendido discutir sus tesis en Podemos han generado un desencanto en las bases que se traduce en una pérdida de apoyos y una paralización de la acción política en una formación en la que muchos de sus dirigentes viven bajo el terror de ser purgados si se desvían de la ortodoxia.

 ¿Se han gestionado bien las confluencias?

No. Podemos ha sido incapaz de mantener un discurso unitario en toda España y prácticamente todas las confluencias que ha formado han acabado perjudicando a la formación. En Cataluña, ocupa un lugar secundario frente a los comunes de Colau. En Galicia, se desangra en medio de las luchas de las mareas y tiene muy difícil justificar el apoyo a unos Presupuestos que son un claro agravio para esta comunidad. Y en Andalucía, la anticapitalista Teresa Rodríguez logró borrar de la papeleta la marca Podemos.

 ¿Es Errejón el político moderado que aparenta?

En absoluto. Los postulados de Errejón en la fundación de Podemos eran incluso más radicales que los de Pablo Iglesias. Su distanciamiento es ahora más estratégico que ideológico. De hecho, mientras Iglesias reconoció en diciembre que fue un error alabar el chavismo y admitió que la situación en Venezuela es «nefasta», hace apenas dos mese Errejón hizo una encendida defensa en un medio chileno del régimen de Nicolás Maduro, asegurando que en Venezuela «se respetan las libertades» y que gracias la chavismo «la gente hace tres comidas al día».

 ¿Cómo va a afectar esta crisis a la izquierda?

La implosión de Podemos es una mala noticia para el PSOE. La escisión de Errejón y la división del voto hará difícil arrebatar la Comunidad de Madrid al PP y Ciudadanos. Pero además, aunque en las generales pueda crecer a costa de la caída de Podemos, un cataclismo de los de Iglesias dejaría a Sánchez con pocas posibilidades de gobernar, incluso pactando con el independentismo.