Casado, Feijoo y Aznar, un nuevo triunvirato en el PP para cubrir todos los frentes

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Casado y Aznar, con sus esposas, y Núñez Feijoo, durante la última jornada de la convención del PP
Casado y Aznar, con sus esposas, y Núñez Feijoo, durante la última jornada de la convención del PP benito ordoñez

El líder popular representa el cambio generacional, el expresidente, las esencias tradicionales del partido y el dirigente gallego abandera la moderación

21 ene 2019 . Actualizado a las 15:17 h.

Tras haber enterrado en tiempo récord a un Mariano Rajoy al que la mayoría del partido idolatraba hace apenas seis meses como un genial estratega y líder indiscutido, el PP sale de esta convención nacional con una especie de triunvirato que pretende repartirse las misiones con el objetivo de reagrupar de nuevo a todo aquello que políticamente se sitúe a la derecha del PSOE. Por un lado, Pablo Casado se presenta como el nuevo comandante en jefe de un partido generacionalmente renovado, al que se le asigna la tarea de conectar con los más jóvenes para aumentar la base electoral. Por otro, José María Aznar reaparece como recuperado referente de la corriente más dura, conservadora y tradicional del partido, encargado de frenar con su discurso pétreo la sangría de votos hacia la extrema derecha de Vox. Y finalmente, Alberto Núñez Feijoo aparece como el hombre fuerte de la formación, el único que gobierna con mayoría absoluta y que representa un discurso más moderado, alejado de los maximalismos, que tiene la misión de taponar el discurso de Ciudadanos demostrando que defender la unidad de España no está reñido con el respeto a la diversidad de sus territorios ni tiene nada que ver con desmontar el Estado autonómico o impulsar una recentralización de competencias ya asumidas por las comunidades.

A ese triunvirato se ha unido, de manera inesperada, el nuevo presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, que no estaba en las quinielas pero demuestra que el camino para regresar al Gobierno de España y desbancar la alianza entre socialistas, populistas e independentistas pasa en primer lugar por reforzar al PP como primer partido del centroderecha en España, aunque también por ocupar la mediana de ese espectro político, siendo capaz de pactar de nuevo con Vox y Ciudadanos si fuera necesario. Además de acumular de pronto un inmenso poder orgánico en el partido de cara a futuros congresos, Moreno será el encargado de poner en práctica en la Junta de Andalucía las recetas políticas y económicas del renovado PP de Casado, con la reducción de impuestos por bandera, y servirá así de ejemplo para los candidatos autonómicos y municipales de cara a los comicios de mayo.

Fuentes del PP reconocían ayer que ese reparto de misiones que tiene como objetivo cubrir todos los frentes, desde Vox a Ciudadanos sin perder las señas de identidad del partido y manteniendo la unidad interna, es una estrategia arriesgada pero necesaria si el PP pretende volver a ser a la gran fuerza hegemónica del centroderecha y acabar con una fragmentación que preocupa. Y mucho.

De que ese grupo de notables, en realidad heterogéneo, que representan Casado, Feijoo y Aznar, con Moreno Bonilla como invitado, sea capaz de trabajar en equipo, cada uno en su misión y sin que surjan fricciones o contradicciones en el discurso, depende en buena parte que el PP regrese o no al Gobierno.