Valls defiende el pacto entre C's y el PP pero lamenta que se elija un presidente con los votos de Vox

LA VOZ REDACCIÓN

ESPAÑA

JON NAZCA | REUTERS

El partido de Abascal amenaza con provocar nuevas elecciones en Andalucía si Ciudadanos boicotea la investidura

11 ene 2019 . Actualizado a las 14:50 h.

El exprimer ministro francés y candidato a la Alcaldía de Barcelona, Manuel Valls, defendió este viernes que el acuerdo PP-Cs en Andalucía es reformista, aunque ha expresado su «profundo pesar» por que la elección del presidente se vaya a producir con votos de una formación de extrema derecha, ha dicho en referencia a Vox, sin citarlo. Lamenta que el popular Juan Manuel Moreno vaya a ser investido con los votos «de una formación de extrema derecha, en lugar de conseguirse gracias a un pacto de todas las fuerzas constitucionalistas», y está decepcionado con el PSOE por no abstenerse para evitar el protagonismo de la ultraderecha, según él.

Estas manifestaciones se producen en un clima de continua tensión entre Ciudadanos y Vox, que pone en peligro la investidura de Juanma Moreno como nuevo presidente de Andalucía. El partido de Abascal instó a Ciudadanos a aclarar cómo gobernará con el PP en Andalucía, porque si boicotea el pacto alcanzado con el PP habrá nuevas elecciones autonómicas.

En sendas entrevistas, tanto el presidente de Vox, Santiago Abascal, como el secretario general de este partido, Javier Ortega, han arremetido contra Cs por su negativa a negociar con ellos y por la posibilidad de que la formación de Albert Rivera pueda intentar poner trabas al acuerdo de investidura que han alcanzado con el PP.

Abascal ha recalcado en Antena 3 que si las 35 medidas que han pactado ellos para Andalucía son «papel mojado», también lo son las 89 -«no son 90», ha precisado- que C's ha firmado en su acuerdo de gobierno con el PP, puesto que liberales y populares no suman mayoría parlamentaria suficiente para sacarlas adelante.

«¿Cómo las van a aprobar? ¿las va a apoyar el PSOE?», ha preguntado el presidente de Vox, que ha instado al líder de C's a hablar con claridad y decir si van a gobernar con el PSOE y si han engañado al PP.

En Antena 3, Javier Ortega ha considerado «extravagante» y «sorprendente» que C's intente condicionar un acuerdo del que no ha formado parte y ha dicho que sería un «grave error» que permitiera que las políticas de izquierda continuasen en Andalucía.

Ha insistido en que no han pactado nada con la formación de Rivera y que el acuerdo que han alcanzado con el PP «se va a cumplir por mucho que Ciudadanos patalee o intente cumplir las órdenes que le dan desde el Elíseo francés».

«El PP ha demostrado seriedad en la negociación y estoy seguro de que van a ser serios en su cumplimiento; ahora, si Ciudadanos se dedica a poner trabas, lo que va a provocar seguramente es una crisis de gobierno», afirmó.

Suicidio

En Ciudadanos son consciente de que una repetición electoral sería un suicidio, pero lo cierto es que no acaban de encontrarse cómodos con la fórmula. Así se esforzaron en demostrarlo, tanto su presidente, Albert Rivera, como el que será el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, quienes aprovechan cualquier intervención en los medios para dejar claro que no tienen nada que ver con la formación de ultraderecha. Rivera se refirió al pacto entre el PP y Vox mediante el que finalmente se ha desbloqueado la investidura como «papel mojado, un acuerdo entre dos grupos parlamentarios que no vincula al Gobierno de Andalucía», comentó en una entrevista en Telecinco. Marín insistió con la misma idea unas horas más tarde a su paso por los micrófonos de la Ser: «A mí no me vincula un acuerdo entre dos grupos parlamentarios, igual que tampoco me vincularía si fuera entre el PSOE y Adelante Andalucía», expuso. Todos y cada uno de los representantes de la formación naranja repiten una y otra vez esta idea como si se tratase de un mantra. 

La gran obsesión de Rivera

Con el volantazo a la derecha del PP desde el ascenso de Pablo Casado, la gran obsesión de Rivera es pescar en el electorado de centro desencantado con Pedro Sánchez. De ahí el temor a que se les asocie con Vox, a la que viene menospreciando en público desde la misma noche electoral, rechazando incluso sentarse en la misma mesa. Además de esta fuga de votos, a Rivera también le incomoda lo que puedan pensar sus socios europeos, como Macron, al que siempre ha tenido como espejo en el que mirarse.

Las declaraciones en tromba de los dirigentes de Ciudadanos marcando distancias respecto a Vox pronto encontraron respuesta en la formación de Santiago Abascal. Su secretario general, Javier Ortega Smith, advirtió a Rivera de que sus «maniobras» para desmerecer su acuerdo con el PP fracasarán, y le recomendó que si es incapaz de entender que «habrá cambio» en Andalucía «deje pasar a quienes están dispuestos a hacerlo».

Las tiranteces entre C’s y Vox afloraron respecto de la creación de una Consejería de Familia, una de las carteras autonómicas que reclaman los ultraderechistas como símbolo del nuevo bipartito y que Ciudadanos pretende integrar dentro de Igualdad, cartera que aspira a manejar. 

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