Interior se enreda con las concertinas en el diseño de las nuevas vallas de Ceuta y Melilla

melchor saiz-pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

javier sakona / europapress

El Gobierno dice que se quitarán las cuchillas, pero solo encarga a Defensa solucionar los puntos vulnerables a los saltos

04 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Fue la primera gran promesa de Fernando Grande-Marlaska tras tomar posesión el 7 de junio del pasado año como ministro del Interior: iba a encargar un proyecto para acabar lo antes posible en Ceuta y Melilla con las concertinas, esas afiladas cuchillas metálicas que coronan los vallados metálicos y que desgarran los cuerpos de los migrantes que tratan de asaltar los perímetros. Grande-Marlaska se comprometió a buscar una solución técnica que evitara los saltos masivos pero que fuera mucho menos lesiva con los simpapeles.

Pero aquella promesa, al menos por el momento, no se ha plasmado con determinación en las instrucciones. La Secretaría de Estado de Seguridad, efectivamente, encargó el pasado 16 de noviembre el primer estudio para encontrar la fórmula de modernización y sustitución, «al menos en los tramos más sensibles» de los actuales sistemas, pero en todo el texto oficial no hay una sola indicación de que la premisa -o al menos una de las premisas- de este estudio deba ser la eliminación de las famosas concertinas. Esa palabra, ni siquiera un sinónimo, aparece en el articulado.

Es más, a lo largo de todo el texto solo hay una mención genérica en el preámbulo sobre la «conveniencia», que no obligatoriedad en el proyecto, de eliminar «determinados elementos que conllevan riesgo para la integridad física de las personas». Sin embargo, luego en la parte contractual del encargo, en la que se especifican las «condiciones» y el «objeto» exacto del proyecto, no hay una sola directriz para buscar el uso de medios menos lesivos en los nuevos sistemas.

A pesar de ello, ayer responsables de Interior insistieron que la eliminación de las concertinas sigue siendo un «compromiso firme» del Gobierno y se va a hacer. Textualmente, Interior ha ordenado un «estudio de mercado sobre soluciones técnicas para instalaciones parecidas o con funcionalidades similares a las infraestructuras de seguridad de Ceuta y de Melilla», incluyendo «visitas a fabricantes o instaladores» o « ensayos y pruebas sobre muestras» que se «consideren necesarios para un mejor conocimiento y evaluación de las distintas soluciones de mercado estudiadas».

Más de 70.000 euros

Según los documentos oficiales ha encomendado el proyecto para elegir la mejor fórmula para actualizar los nuevos perímetros a Ingeniería de Sistemas para la Defensa de España, la Isdefe, una sociedad mercantil de carácter estatal. La Isdefe, que recibirá por este estudio preliminar 71.747 euros procedentes de los presupuestos de Interior tiene que cumplir dos encargos. El primero, llamado paquete 1, para el que tenía el plazo de un mes que concluyó a mediados de diciembre, es el «diagnóstico de la situación actual e identificación de los tramos de actuación» y que engloba cinco puntos: estudio de la situación actual de las infraestructuras perimetrales de Ceuta y de Melilla; evaluación de la documentación existente sobre los sistemas de vigilancia; identificación de los tramos más «vulnerables» sobre los que acometer la reforma y modernización, atendiendo a los asaltos o intentos de asalto registrados durante los años 2017 y 2018; estudios topográficos; y delimitación de los tramos de intervención. En ese paquete 1 no hay una ninguna orden específica para valorar la existencia de medios lesivos.

En el denominado paquete 2, la empresa de Defensa tiene un plazo de dos meses (que concluiría a mediados de febrero) para presentar «alternativas» a los sistemas actuales, atendiendo tanto a las «soluciones» que ya existan en el mercado como a la posibilidad de que haga un «desarrollo propio». En cualquier caso, antes de que acabe primavera el encargo obliga a la Isdefe a poner encima de la mesa de Grande-Marlaska una «propuesta de solución técnica». En ese segundo paquete tampoco se especifica en ningún momento que esa «solución técnica» deba incluir los medios menos lesivos prometidos por el titular de Interior.

Pablo Casado reclama modernizar las fronteras y una inmigración ordenada y legal

El líder del Partido Popular, Pablo Casado evitó hablar de concertinas en la petición que realizó en Ceuta para dotar de mejores medios al paso fronterizo, que lo hagan menos permeable. El dirigente popular, que se desplazó a la zona de El Tarajal que separa Ceuta de Marruecos para mostrar su apoyo a la Guardia Civil y a la Policía Nacional, reclamó sistemas de vigilancia al nivel del siglo XXI ya que entiende que actualmente este paso fronterizo «no está a la altura». Para Casado es necesario renovar todos los sistemas telemáticos e informáticos y dotar de más agentes los puntos más conflictivos.

«Hay que saber quién entra y quién sale, por lo que se deben modernizar la frontera y sus sistemas de control», expresó el líder del PP quien recordó su visita a Ceuta en agosto del pasado año: «Anuncié unas medidas y nos llovieron las críticas llamándonos populistas, alarmistas y hasta radicales». En su opinión, «todo» lo que reclamaban en agosto del pasado año lo están haciendo ahora «después de unas cifras que son muy dolorosas», con 60.000 llegadas al territorio nacional y 769 personas muertas en el Estrecho, «ya que casi la mitad ha venido a través de la vía marroquí, y eso sí es un efecto llamada porque han llegado más pateras que la suma de los ocho años anteriores».

El líder del PP ha calificado como un «drama terrible» la actuación de las mafias. «Nos desgarra ver esas imágenes pero hay que apostar por una inmigración ordenada, legal y con un contrato de trabajo, ya que se ha demostrado que las políticas del PP fueron eficaces para apostar por una inmigración de integración y que los que vengan no se queden aparte». «La izquierda -concluyó- no nos va a dar lecciones de integración, convivencia ni de inmigración solidaria».