Solo un 12 % del censo de Podemos ha votado para confirmar a Pablo Iglesias como candidato electoral

A. Azpiroz MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Jesús Prieto | Europa Press

En el proceso de primarias han votado 60.038 personas del medio millón de inscritos con los que cuenta oficialmente la formación

22 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Podemos ha salvado sus primarias por la mínima. En el proceso han votado 60.038 personas, lo que supone un 12 % respecto al medio millón de inscritos con los que cuenta oficialmente la formación liderada por Pablo Iglesias. De no haberse alcanzado el 10 %, la consulta habría quedado invalidada, según establece el reglamento de primarias. La diferencia entre el éxito y el fracaso ha sido tan solo de 10.000 votos.

El pírrico porcentaje que ha salvado los muebles al proceso convocado de forma repentina por Pablo Iglesias demuestra una vez más los problemas de Podemos para manejar su censo. En los inicios de la formación, el número de inscritos creció de forma vertiginosa al existir como único requisito el registro en una página web. Podemos sacó pecho al principio, pero la situación pronto se volvió en su contra. Y es que del medio millón de inscritos actuales, solo una mínima parte se considera activo.

En lo que se refiere a la comparación con otras consultas, esta última ha superado en 208 votos la elección de Iglesias como candidato antes de las elecciones del 2015. Es una ínfima mejoría, pero puede considerarse positiva para Podemos en un momento en el que las encuestas le dan una menor intención de voto que en aquellos comicios. Aún así, la participación es mucho más baja que en ocasiones pasadas. El récord se registró en la votación para ratificar el liderazgo de Iglesias e Irene Montero después de que saliera a la luz que habían adquirido un chalé en la sierra madrileña por valor de 500.000 euros. Entonces se registraron 188.000 votos.

Sin sorpresas

Los resultados del proceso se darán a conocer este sábado. No se espera ninguna sorpresa. En primer lugar, porque Iglesias no ha tenido ningún rival para competirle la candidatura a la Moncloa. También porque las listas del secretario general para el Congreso y el Senado parten como claras favoritas y solo cabe suponer que algún crítico pueda colarse en la plancha, como es el caso de la diputada valenciana Àngela Ballester. La única incógnita es conocer el orden de los más votados. En cualquier caso, la lista final será modificada para asegurar la paridad de género y para incluir a los representantes de las confluencias y fichajes de independientes que puedan surgir de aquí a la próxima convocatoria.