La familia de Laura Luelmo pedirá prisión permanente revisable para su asesino

cecilia cuerdo SEVILLA / COLPISA

ESPAÑA

Raúl Caro Cadenas | Efe

La policía busca el móvil de la joven para determinar la ruta y los tiempos del crimen

22 dic 2018 . Actualizado a las 11:39 h.

Bernardo Montoya, asesino confeso de la joven Laura Luelmo, podría enfrentarse a una condena de prisión permanente revisable. Así lo pedirá la familia de la maestra zamorana fallecida la pasada semana en El Campillo (Huelva), que ejerce la asociación Clara Campoamor. El único detenido por este asesinato abandonó el viernes las dependencias de la Guardia Civil en la capital onubense para ser puesto a disposición de la juez de Valverde del Camino que instruye el caso.

La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil continúa la investigación tratando de confirmar con qué objeto fue golpeada la joven en la cabeza y cuándo fue conducida al paraje de Las Mimbreras donde fue hallado su cadáver el pasado lunes. De momento, las pesquisas han ido desmontando una a una las explicaciones dadas por Montoya sobre la agresión, y confirman no solo que hubo agresión sexual, sino que además se produjo en la casa del detenido, que trató de eliminar el rastro limpiando a fondo con lejía.

Aunque los detalles se van conociendo con cuentagotas, los cargos que se atribuyen al asesino confeso son suficientes para que la acusación particular que ejerce la familia se plantee pedir «sin duda ninguna» la máxima condena posible recogida por el Código Penal, la prisión permanente revisable. Así lo adelantó este viernes a la puerta de los juzgados la abogada que representa a los familiares de Luelmo, responsable además de la asociación Clara Campoamor contra la violencia de género. «Ahora mismo está todo secreto, en cuanto se levante podremos estudiar con la Fiscalía y presentar una acusación formal», resaltó no obstante la letrada, quien quiso además trasladar un mensaje de agradecimiento de la familia de Laura «por el respeto brindado».

El cadáver de Laura Luelmo, una joven maestra recién llegada a Huelva desde Zamora para realizar una sustitución en un colegio de Nerva, fue localizado a mediodía del lunes por un vecino que paseaba por el monte. Todas las sospechas apuntaban en una misma dirección. El martes detuvieron a Bernardo Montoya, un hombre de 50 años y recién salido de prisión tras cumplir varias condenas.

Pruebas incriminatorias

Montoya se derrumbó en el interrogatorio y contó una versión acerca de lo sucedido con la joven que la investigación ha ido desarmando evidencias sólidas. Frente a lo sostenido por el detenido, los agentes encontraron en su vivienda, situada justo enfrente de la de Laura, restos de sangre y ADN que dejaban claro que Montoya agredió sexualmente a la chica en la casa y la golpeó causándole diversas contusiones. Posteriormente envolvió el cuerpo en una manta y lo introdujo en su coche, conduciéndola hasta la acequia donde fue encontrada días después.

Aunque la Guardia Civil ha podido recomponer parte del trayecto y ha hallado una bolsa con las pertenencias de la joven, así como la manta donde fue envuelta, aún sigue buscando el móvil para determinar la ruta que siguió y los tiempos.