Ciudadanos amaga con no pactar con el PP en Andalucía si negocia con Vox

cecilia cuerdo SEVILLA / COLPISA

ESPAÑA

Julio Muñoz | efe

Juan Manuel Moreno confirma que hubo un encuentro informal «sin más trascendencia»

15 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La que se presumía que iba a ser una negociación de trámite entre PP y Ciudadanos para lograr un acuerdo de gobierno y desalojar al PSOE de la Junta de Andalucía después de 36 años estuvo ayer a punto de saltar por los aires. La causa, un encuentro «informal» entre el líder popular, Juan Manuel Moreno, y el portavoz de Vox en Andalucía, el juez Francisco Serrano. Desde la formación naranja recordaron al PP un pacto entre ambos que impide negociar de forma paralela con otras fuerzas. «Si esto no se cumple, nuestro acuerdo se rompe», dijo Juan Marín, líder andaluz de los liberales.

La noticia fue adelantada por varios medios y confirmada poco después por el PP andaluz. Moreno Bonilla y Serrano mantuvieron un discreto encuentro el pasado miércoles en un céntrico hotel de Sevilla. Una simple «toma de contacto» entre dos dirigentes que no se conocían, afirmaron fuentes populares, que negaron que se tratara de una cita secreta. «Fue a la vista de todos, e incluso hubo gente que se hizo fotos con ellos», insistieron. El propio Moreno decía poco después en Granada que no fue una reunión formal: «No hay negociación, por lo que no hay que darle trascendencia a lo que no lo tiene. No entiendo por qué se tienen que molestar».

Enfado de Rivera

Pero lo cierto es que la reunión, que se celebró casi al tiempo que se reunían los equipos técnicos de PP y Ciudadanos para perfilar un acuerdo programático, parece incomodar a los de Albert Rivera. Al menos de cara a la galería. Ambos son conscientes de que necesitan ocho votos más en la Cámara regional para sacar adelante la investidura y poder formar Gobierno, dado que su suma de escaños, 47, es inferior a los 50 de PSOE y Adelante Andalucía. El PP, que en campaña firmó ante notario que nunca pactaría con el PSOE, prefiere que esos apoyos salgan de Vox, una formación a la que Pablo Casado ha citado en numerosas ocasiones como nicho de votantes populares desencantados a los que hay que recuperar. «Nosotros hablamos con todos, nunca hemos creído en cordones sanitarios», dijo ayer mismo Moreno, aunque es cierto que en ese todos del PP no se incluyen ni el PSOE ni Adelante Andalucía.

En Ciudadanos, sin embargo, prefieren que ese apoyo venga del PSOE en forma de abstención para contentar así a sus socios europeos, que han pedido que no dialoguen ni pacten con la ultraderecha. Pero la puerta de los socialistas está cerrada, ya que han asegurado por activa y por pasiva que no se abstendrían a favor de la segunda y la tercera fuerzas políticas. Por este motivo, tanto Rivera como Marín llevan días asegurando que su única negociación es con el PP y emplazando al resto de las formaciones a que decidan qué hacer con sus votos. Una forma de hacer recaer el trabajo sucio de negociar con la formación ultraderechista en Moreno, para que sea este quien atraiga a los de Santiago Abascal y le garanticen la presidencia de la Junta.

Rivera seguía ayer dejando la responsabilidad en el alero del PSOE. «Susana Díaz es lo suficientemente inteligente para saber que el PSOE se va a ir a la oposición», dijo en Sevilla. «Ella defendió la abstención de su partido para que no hubiera terceras elecciones en España, que lo haga ahora y se abstenga en Andalucía», dijo.

Condena judicial al vicepresidente de Vox

 

El vicepresidente primero de Vox, Víctor González Coello de Portugal, fue condenado en enero pasado por el Tribunal Supremo a tres años de inhabilitación para administrar bienes ajenos y a «representar o administrar a cualquier persona». La Sala de lo Civil confirmó que el dirigente del partido de Santiago Abascal cometió «irregularidades contables relevantes» en la empresa Marmolería Leonesa, donde fue accionista y administrador único hasta el 2014. El alto tribunal confirmó así una resolución de la Audiencia Provincial de León de enero del 2015.

En resolución firme rechazó el recurso de casación. En esencia, censuró que los balances contables de Marmolería Leonesa no recogieron entre el 2009 y el 2012 una operación crediticia con otra de las sociedades que entonces controlaba el dirigente de Vox, Petrabor Producción S. L. El movimiento provocó una disminución patrimonial de más de 1,4 millones de euros que no se reflejó en la contabilidad.