Los CDR quieren pasar al sabojate violento y general contra policía e infraestructuras

melchor saiz-pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

ALBERT GEA | reuters

Han creado un grupo autónomo de acciones rápidas que en cinco días en un canal de Telegram tiene ya más de 5.200 seguidores

11 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El independentismo catalán más radical prepara una nueva vuelta de tuerca para ir más allá de las acciones reivindicativas de los Comités de Defensa de la República (CDR) que el pasado fin de semana causaron cortes y levantamientos de barreras de peaje en las autopistas catalanas. La apuesta con vistas a la «huelga general» del día 21 se hace llamar Grups Autònoms d’Accions Ràpides (GAAR) y se aproxima peligrosamente a la kale borroka, con sabotajes de carácter violento y generalizado y con tácticas de guerrilla urbana.

La alerta ha saltado en los servicios de información de la Policía, Guardia Civil y Mossos (que desde septiembre venían siguiendo este movimiento callejero) a raíz de la publicación del acta fundacional de los GAAR el pasado miércoles 5. Solo un día antes, los promotores de estos grupos crearon un canal en Telegram que a día de hoy cuenta con más de 5.200 seguidores, muy por encima de las redes sociales de buena parte de los principales grupos de los CDR que operan desde hace un año. Cada día varios centenares de personas se unen a estos canales, según las fuerzas de seguridad del Estado.

Los GAAR dejan claro en sus documentos internos que quieren superar la dinámica de los comités. Sus «acciones -afirman- serán complementarias a las del resto de colectivos que luchan y defienden la república», pero van a ser mucho más radicales porque «votamos independencia, no autonomía». Estos colectivos amenazan, a través de «acciones cortas» y sorpresivas con la «paralización de los grandes ejes de comunicación de Cataluña con los países vecinos», en referencia a Francia y España.

«Detener el país»

Los GAAR llaman a «centrarse» en el «boicot y sabotaje» contra «los turismos y carreteras», las «vías de tren, metro y tranvía», las «zonas industriales», las «comunicaciones por cable» y contra «las fuerzas del orden». Todo con el objetivo de «detener el país de pies a cabeza» el 21 de diciembre, jornada en la que se reúne en Barcelona el Consejo de Ministros. «Nuestras acciones comenzarán ese mismo día y solo cesarán el día que la república catalana sea proclamada», prometen los líderes de la nueva estructura.

A través de sus canales de información, estos grupos han comenzado a distribuir consignas muy concretas para la creación de células. «Cada uno de estos grupos estará formado por gente que se conoce, de una misma población» con el fin de actuar solo en su «territorio».

«Nuestra organización está pensada para no tener que recibir órdenes ni directrices de nadie, de modo que si un grupo cae, los demás seguirán efectuando sus acciones de manera independiente», explican los documentos de los GAAR, que, en parte, se inspiran en manuales de la kale borroka, sobre todo para evitar las detenciones en cascada. «Un GAAR se puede crear de forma independiente, no depende de ninguna organización. Una persona sola puede formar un GAAR», se reseña en las directrices distribuidas en los últimos días, que fijan un solo límite para sus «acciones», no usar «la violencia contra personas físicas o bienes privados». El nacimiento de los GAAR ha coincidido con el aumento de los llamamientos de los CDR para la movilización el 21D bajo la consigna de hacerse «ingobernables» para «derribar el régimen».