El Gobierno amenaza a Torra con tomar medidas, pero descarta por ahora el 155

Francisco Balado Fontenla
fran balado MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Juan Carlos Cardenas | efe

Le advierte en tres cartas contra la «aparente dejación de funciones» de los Mossos

11 dic 2018 . Actualizado a las 11:42 h.

El Gobierno estudia medidas legales para evitar que Cataluña vuelva a registrar episodios como los vividos a lo largo de este fin de semana, con cortes de tráfico en carreteras principales y aperturas de peajes en las autopistas protagonizados por los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR), que camparon a sus anchas ante la pasividad de los Mossos d’Esquadra.

Con Sánchez de viaje en Marrakech, la número dos del Ejecutivo, Carmen Calvo, se refirió ayer a estos altercados como algo «inadmisible» y anunció que traerían «consecuencias», garantizando que no volverán a darse situaciones similares. De entrada, enviará a ocho grupos antidisturbios de la policía con 400 agentes para garantizar la seguridad durante la reunión del Consejo de Ministros del día 21 en Barcelona.

Hasta el momento, el Gobierno se ha limitado al envío de tres cartas a la Generalitat en las que exige «explicaciones» sobre la «aparente dejación de funciones» en la que han incurrido las autoridades catalanas. El primer requerimiento está firmado por la propia Calvo y tiene como destinatario al vicepresidente Pere Aragonès, Las otras dos son de los ministros de Interior y Fomento, Marlaska y Ábalos, para los consejeros catalanes de su rama. Van en las misma línea. Las últimas acciones de boicot de los CDR junto a los malos resultados del PSOE en las andaluzas han motivado que el Gobierno suba un poco los decibelios en su mensaje contra la Generalitat. Calvo censuró ayer la «inacción» de su presidente, Quim Torra. «Esto no puede ocurrir, y menos cuando la seguridad depende fundamentalmente de la Generalitat y de Torra, que tiene que saber que está para establecer seguridad y tranquilidad, y no para todo contrario», afirmó. La vicepresidenta también denunció las palabras del presidente catalán en las que llamaba a abrazar «la vía eslovena» como el camino para lograr la independencia en Cataluña. Calvo advirtió que estas manifestaciones invitando a la balcanización del procés fueron de «una irresponsabilidad absoluta», ya que la independencia del país eslavo «dejó detrás muertos y heridos».

Los últimos acontecimientos también han endurecido un tanto la actitud del PSOE, formación que llegó al Gobierno gracias a los votos de los separatistas en la moción de censura y con los que negocia a marchas forzadas la aprobación de los Presupuestos. La portavoz del eomité electoral, Esther Peña, compareció ayer en rueda de prensa en Ferraz para garantizar que a Pedro Sánchez «no le va a temblar la mano» en caso de necesitar volver a aplicar el 155. 

«La última medida»

¿Está el Gobierno planteándose un nuevo 155? De momento parece que no, y que solo recurrirá a ello en caso de extrema necesidad. Calvo garantizó que los desórdenes obtendrán respuesta desde Madrid, pero se refirió al 155, que el pasado año los socialistas aprobaron junto al PP y C’s, como «la última medida a la que hay que llegar». A ojos de la vicepresidenta, «la Constitución y el Estado de derecho establecen situaciones de respuesta» más allá de este precepto, y que los asesores de Moncloa trabajan en «todas las vías», expuso.

En el Gobierno guardan silencio, pero una de estas posibilidades de actuación la puso sobre la mesa el Grupo Popular en el Senado. Su portavoz, Ignacio Cosidó, adelantó en un encuentro con periodistas que la próxima semana llevarán a pleno una moción al Gobierno para que intervenga la policía autonómica mediante un decreto ley que permitiría privar al consejero de Interior, el cuestionado Miquel Buch, de sus competencias sobre los Mossos, pasando el mando del cuerpo policial directamente a una autoridad decretada por el Gobierno.

PP y C’s culpan a Sánchez de la situación por su inacción

La invitación del PP al Gobierno para que intervenga de inmediato los Mossos d’Esquadra a través de un decreto ley vía Consejo de Ministros no significa que los populares se hayan rendido con el 155. Todo lo contrario. Los últimos altercados en las carreteras catalanas y las declaraciones del presidente catalán, Quim Torra, llamando a abrazar la vía eslovena para alcanzar la independencia, han motivado que Génova insistiese ayer con mayor vehemencia en la necesidad de aplicar cuanto antes el famoso artículo de la Constitución. «La situación es límite. Llevo pidiéndolo desde julio y ofreciendo nuestro apoyo. Que lo haga de una vez. 155 ya», reclamó el presidente del PP, Pablo Casado. 

Falta de comunicación

Lejos del buen entendimiento que en su día mostraron Rajoy y Sánchez para abordar juntos el desafío secesionista, el actual jefe de la oposición no se habla con el titular del Gobierno. Fuentes de la dirección popular confirman que hasta el momento Sánchez no se ha dirigido a Casado para hablar de la situación en Cataluña. La relación no solo es distante, sino que Ferraz y Génova se acusan mutuamente de estar fomentando la escalada de violencia en las calles catalanas.

La vicesecretaria de Comunicación del PP, Marta González, cargó ayer contra Sánchez por su «inacción» en Cataluña, y mostró la desconfianza que hay en el seno de su partido ante el anuncio de Carmen Calvo de que el Gobierno central responderá ante los últimos altercados. «No damos demasiado crédito a esas propuestas y exigimos de una vez por todas la aplicación del 155», exigió la diputada gallega.

El otro partido en la oposición, Ciudadanos, también insiste en la necesidad de aplicar cuanto antes el artículo 155 de la Constitución.

Su secretario general, José Manuel Villegas, señaló a Sánchez como el «responsable» de cualquier brote de violencia que pueda llegar tras la llamada de Torra a seguir la vía eslovena en Cataluña, una comunidad a la que se refirió como «un territorio sin ley».

Por su parte, y en su línea habitual, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, se refirió a la posibilidad de controlar los Mossos desde el Gobierno como algo «no muy sensato», según dijo en Onda Cero.