Casado, dispuesto a ceder consejerías a Vox en el Gobierno del PP en Andalucía

La Voz

ESPAÑA

Emilio Naranjo | Efe

El líder del PP asegura que no le preocupa el partido de Abascal sino Podemos, que «llevan situados fuera de la Constitución varios años»

04 dic 2018 . Actualizado a las 16:37 h.

Pablo Casado ya coquetea con Vox. Desde Radio Nacional de España, el líder del Partido Popular ha lanzado un mensaje directo a los de Santiago Abascal. No descarta cederles alguna consejería en un hipotético Gobierno del PP en Andalucía. Casado no ha mostrado en ningún momento recelo en pactar con la formación de ultraderecha. De hecho, el secretario general de los populares intentaba desviar los calificativos de radicales hacia otros partidos. Casado asegura que le preocupan los partidos que «llevan situados fuera de la Constitución varios años y nadie ha dicho nada», refiriéndose así a Podemos que, dice, lleva fuera de la Carta Magna «varios años, diciendo desde que hay que favorecer la nación catalana, hasta acabar con la monarquía parlamentaria y pedir la república».

Casado solo ha puesto una línea roja para sentarse a negociar con los partidos de la derecha. Para el líder de los populares es «innegociable» que Juanma Moreno presida la Junta de Andalucía. «Creo que la única posición de partida que es innegociable, que hemos dicho en el Comité Ejecutivo del PP, es que Moreno tiene que ser presidente de la Junta y el P tiene que ser quien lidere ese cambio».

Sobre los pactos, dice, hablarán después. «Luego ya si es un acuerdo de investidura, o si es un acuerdo de legislatura o es un acuerdo de Gobierno, se tiene que hablar en primer lugar con Ciudadanos y luego Vox tendrá que decir si tiene una posición pasiva, es decir abstenerse para facilitarlo, o activa a la hora de participar de la línea de programa electoral para estos cuatro años».

Para el líder del PP lo importante es «el fondo». Es decir, qué se va a hacer con la sanidad andaluza, la educación, los servicios sociales, las infraestructuras, la bajada de impuestos o la regeneración política. 

Casado considera que el que apoya a un partido «tiene que tener muy clara cuál es la hoja de ruta de ese partido» porque luego «no vale decir a los cuatro años 'me he equivocado'». El PP, asegura, quiere un cambio en Andalucía, «y un cambio además que es la primera piedra para cambiar España».

Durante un encuentro con periodistas, Casado ha recalcado que para los suyos la «frontera» para poder «colaborar con un partido es la Constitución». «Todo lo que quepa en la Constitución se puede hablar, todo lo que esté fuera, no se puede hablar». En este sentido, cree el líder de los populares que Vox todavía no ha establecido cuál es su programa dentro de una institución. «Quiero decir una cosa muy clara, somos el partido líder de centro derecha y no vamos a valorar lo que propongan otros partidos. Sí vamos a decir lo que estamos dispuestos a hablar con otros partidos y eso tiene que ser dentro de la ley, de la Constitución, de la defensa de la unidad de España y de la igualdad de oportunidades entre los españoles», ha sentenciado Casado.

Sin embargo, los periodistas presentes en la recepción han reiterado al popular la intención de los de Vox de transformar el Estado autonómico en un estado unitario, con un solo Gobierno y un solo Parlamento para toda España. Casado ha lanzado balones fuera. Asegura que ya ha trasladado a Santiago Abascal y a los suyos que el Estado autonómico «está en la Constitución».

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f. balado

Hacía años que el cuartel general del PP, el 13 de la famosa calle Génova, no acogía una fiesta como la que se vivió el domingo por la noche tan pronto como se conocieron los resultados de las elecciones andaluzas. Cedieron siete escaños respecto a las pasadas, algo con lo que ya contaban, incluso con alguno más, pero había motivos para celebrar. Cumplieron con su principal objetivo, que no era otro que quedar por delante de Ciudadanos para defender su posición hegemónica en el centroderecha y, por si fuera poco, los astros se alinearon para que saliese la carambola soñada: la derecha suma suficientes diputados para que ellos lideren el cambio. Según las encuestas internas que manejaba el partido, solo había un 5 % de posibilidades de que esto sucediese.

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