La política nacional marca el cierre de una campaña andaluza escasa de tono propio

cecilia cuerdo SEVILLA / COLPISA

ESPAÑA

Susana Díaz, a la que las encuestas dan como vencedora, pidió al resto de partidos que no bloqueen su investidura
Susana Díaz, a la que las encuestas dan como vencedora, pidió al resto de partidos que no bloqueen su investidura CRISTINA QUICLER

Los partidos plantearon los comicios de mañana como campo de pruebas para las generales

01 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los partidos echaron anoche el cierre a una campaña electoral en el que los problemas y propuestas para Andalucía han tenido que compartir espacio con asuntos nacionales. El debate netamente regional, excusa esgrimida por Susana Díaz para justificar el adelanto electoral, quedó solapado porque los partidos plantearon los comicios como la primera vuelta de unas elecciones generales. Y es que el resultado de las urnas puede suponer un auténtico vuelco si se confirma el sorpasso de Ciudadanos al PP o, incluso, la segunda posición de Adelante Andalucía, la confluencia de Podemos e IU.

Tantas han sido las alusiones nacionales como vagas las propuestas para los problemas de la comunidad por parte de los líderes que han aterrizado en Andalucía estos días, caso de Pablo Casado y Albert Rivera, más allá de unos genéricos mensajes de necesidad de cambio. «Si los andaluces no van a votar, seguirán los de siempre», emplazó ayer Rivera. En la misma línea, Casado resumió que «si Susana Díaz tiene que dejar la Presidencia regional, a Pedro Sánchez le quedan dos telediarios en la Moncloa». El presidente popular aseguró r que sería «insostenible» que el socialista siga gobernando con 84 diputados «y su autonomía más importante en manos del PP».

El sesgo nacional de PP y C’s

Pablo Casado eclipsó la campaña del candidato Juanma Moreno
Pablo Casado eclipsó la campaña del candidato Juanma Moreno Salas

Fueron precisamente populares y liberales los primeros en imprimir ese sesgo nacional a la campaña con la presencia continua de sus dirigentes. Casado, de hecho, tuvo su propia caravana electoral para recordar que Díaz y Sánchez comparten siglas y que cualquier voto a la andaluza es refrendar a los independentistas en los que el socialista se ha apoyado desde la moción de censura. Por eso, además del cambio en la Junta tras cuatro décadas, reclamó al jefe del Ejecutivo el adelanto de las generales y la aplicación del 155 en Cataluña. «No dejen de votar, porque con su voto también deciden el futuro de su nación, de España, en el momento en el que algunos la quieren romper», señaló ayer el líder de los populares.

Un escenario similar ha manejado Ciudadanos, que tras la lesión de Rivera cargó buena parte de la campaña sobre la espalda de Inés Arrimadas, la líder catalana de la formación. Junto a la aseveración de que con que haya un solo voto de más para el cambio desbancarán al PSOE, tanto Rivera como su hombre en Andalucía, Juan Marín, convirtieron a Cataluña en el eje de sus mensajes, ya fuera a cuenta del déficit de financiación autonómica, la unidad de España o la necesidad de adelantar las generales. «A los nacionalistas, también desde Andalucía, tenemos que decirles basta», llegó a asegurar Rivera.

Albert Rivera y Juan Marín convirtieron Cataluña en el eje de su campaña para «decir basta a los nacionalistas»
Albert Rivera y Juan Marín convirtieron Cataluña en el eje de su campaña para «decir basta a los nacionalistas» Julián Pérez

La presencia de los líderes nacionales de PP y Ciudadanos en Andalucía fue ayer motivo de ironía por parte de Susana Díaz. «Tengo la sensación de que me enfrento a Casado y a Rivera, porque a sus candidatos los he visto poco y los han tapado mucho», dijo. En el PSOE empezaron la campaña con propuestas y reivindicación del debate andaluz, y actos y encuentros de escaso voltaje ante unos sondeos que auguraban la victoria socialista. El único mensaje era la petición para que el resto de formaciones «no bloqueasen» la investidura de Díaz y la dejasen gobernar. No obstante, han acabado cayendo en el juego de interpretar las elecciones en clave nacional, y además de apelar a una movilización que les permita «ganar bien», Díaz ya plantea que un triunfo en Andalucía servirá de «dique de contención a la derecha» y facilitará al PSOE ganar «con una mayoría más amplia» en las generales.

IU pide al juez que cite a Moreno a declarar por el caso Bárcenas

La candidata de Adelanta Andalucía fue apoyada por Maíllo, Garzón y Pablo Iglesias
La candidata de Adelanta Andalucía fue apoyada por Maíllo, Garzón y Pablo Iglesias Álvaro Cabrera

IU registró en la Audiencia Nacional un escrito en el que solicita que se llame a declarar al presidente del PP andaluz y candidato a la Presidencia de la Junta, Juan Manuel Moreno, y al diputado José Antonio Bermúdez de Castro por el caso Bárcenas. IU, que está personada como acusación popular en la investigación de los denominados «papeles de Bárcenas» por la presunta financiación irregular del PP, ha pedido que el juez instructor José de la Mata llame a ambos dirigentes tras la declaración del exalcalde de la localidad madrileña de Boadilla del Monte Arturo González Panero, Este aseguró en sede judicial que en el 2005 contó al hoy candidato del PP en las elecciones andaluzas las presiones de Bárcenas para que adjudicara obras, y aseguró que, previamente, Rajoy le había dicho: «Alcalde, haz caso a Luis».

El Gobierno, preocupado por el ascenso de Vox, cuyo ideario ve inconstitucional

A raíz de la encuesta efectuada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) que otorgaba a Vox en voto directo una estimación del 1,6 %, que se traduce en un escaño por Almería, y que otros sondeos le diesen hasta tres diputados, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, subrayó ayer que al Ejecutivo y a la «inmensa mayoría» de españoles les «preocupa» el posible ascenso de Vox, cuyo ideario es «inconstitucional» y que podría entrar en el Parlamento andaluz tras las elecciones de mañana.

En rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, al ser preguntada por la posibilidad de la entrada del partido de Santiago Abascal en el Parlamento andaluz, la vicepresidenta aseguró que «a este Gobierno, y a la inmensa mayoría de hombres y mujeres, nos preocupa mucho un partido cuyo ideario es anticonstitucional», y apostilló: «Casi todo lo que vemos que dice es inconstitucional». Calvo aprovechó para criticar al líder del PP, Pablo Casado, quien el jueves afirmó que Pedro Sánchez es un «presidente ilegítimo» por haber sido investido con los «votos vergonzantes» de los independentistas. Unas palabras que, según Calvo, «están muy fuera de la constitucionalidad». «No te puedes llamar constitucionalista cuando al presidente constitucional de España le llamas ilegítimo», le advirtió.