PP y Ciudadanos instan a Sánchez a hacer caso a Iglesias y convocar ya elecciones

A. A. / P. Heras MADRID / COLPISA

ESPAÑA

J.J. Guillén | EFE

Los socialistas mantienen la intención de que la legislatura dure al menos hasta el otoño del próximo año

25 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo llevan exigiendo meses y en uno de los momentos más críticos para el Gobierno socialista, que no el único, PP y Ciudadanos coincidieron ayer en reclamar de nuevo a Pedro Sánchez un adelanto electoral. El problema para Pablo Casado y Albert Rivera es que la convocatoria, según marca la Constitución, es una prerrogativa del presidente del Gobierno. Y, visto lo visto, el jefe del Ejecutivo no tiene intención de tomar esa decisión en los próximos meses, a pesar del presunto abandono de Pablo Iglesias y Unidos Podemos.

Pablo Casado llegó ayer a utilizar la ironía. En uno de sus múltiples actos en la campaña andaluza, el presidente de los populares solicitó a Sánchez que hago caso de su «vicepresidente» y convoque las generales. Con un símil futbolístico, Casado llamó al jefe del Ejecutivo a escuchar a «quien le ha enseñado la puerta de salida y ya calienta la banda». Y este no es otro que el secretario general de Podemos, quien el viernes decidió junto a la cúpula de su partido adelantar para antes de Navidades las primarias para elegir el candidato de la formación a la Moncloa, que será Iglesias, sí o sí. «Siga haciendo caso a Pablo Iglesias, en esta ocasión para algo bueno», insistió el presidente de los populares.

Albert Rivera se guio por la misma brújula que Casado, con quien compite por el voto del centro derecha en los comicios que ambos exigen, si bien acentuó la supuesta losa que arrastra el Ejecutivo socialista a cuenta de los votos independentistas que necesita para sacar sus iniciativas en la Cámara Baja. Según el líder de la formación liberal, Sánchez «quiere perpetuar la mayoría de la vergüenza, de la humillación a España, y que es perjudicial para el país». Rivera pronunció estas palabras durante una manifestación convocada por la plataforma España Ciudadana.

«Reto a Sánchez a que nos diga cómo piensa gobernar, porque yo no voy a gobernar nunca con los separatistas. No nos avergonzamos de defender la Constitución y la justicia», insistió Rivera. En el acto de Ciudadanos intervino también el exfiscal de la Audiencia Nacional Ignacio Gordillo, quien afirmó que es un «momento difícil» para España por causa de la politización de la Justicia, y criticó a PP y PSOE por el «intercambio de cromos» en los nombramientos del Consejo del Poder Judicial.

Decisión autónoma

En el PSOE hace tiempo que se da por hecho que, como pronto, las generales serán en otoño del 2019. La razón de alargar la legislatura radica en el deseo de no interferir con otras citas electorales, especialmente, con las autonómicas, municipales y europeas de mayo. Pero en realidad nada está escrito. El jefe del Ejecutivo alentó el viernes la tesis de que se mantiene en ese plan al advertir a Pablo Iglesias de que será mejor que se tome su tiempo para realizar las primarias porque tiene intención de seguir gobernando «unos cuantos, bastantes, meses». Sin embargo, sus más próximos advierten que «lo que quiere decir, en realidad, es que la fecha de las elecciones será una decisión soberana y autónoma».

En el Gobierno, además, no se creen los avisos de Iglesias. Sostienen que él y Sánchez hablan con mucha frecuencia y que todo es pura «escenificación». La campaña de las andaluzas ha abierto un ciclo de lucha partidista que lo condiciona todo y cada uno representa el papel que, dicen, más le puede interesar. Pero Sánchez está convencido de que ninguno de los partidos que le apoyaron en la moción de censura le dejarán solo cuando lleve al Congreso decretos ley sobre asuntos como la subida del salario mínimo a 900 euros o las prestaciones para parados de larga duración mayores de 52 años.

Ese es su principal balón de oxígeno, el otro es la política internacional. En lo que va de mes, Sánchez ha estado en París en el centenario del armisticio que puso fin a la Primera Guerra Mundial; en Guatemala, en la Cumbre Iberoamericana; en Marruecos, donde se entrevistó con Mohamed VI, y en Cuba, donde ningún presidente había puesto un pie en visita oficial desde hacía 32 años, pero además en breve volará al G-20 que se celebra en Buenos Aires. «Está haciendo un buen trabajo», aducen los suyos.