El viaje de Sánchez a Cuba da oxígeno diplomático al presidente Díaz-Canel

paula de las heras LA HABANA / COLPISA

ESPAÑA

Javier Lizón | Efe

Es el primero de un líder internacional desde que tomó posesión el sucesor de los Castro

23 nov 2018 . Actualizado a las 08:20 h.

Pedro Sánchez aterrizó este jueves en Cuba con la intención de «normalizar» las relaciones políticas, reforzar los lazos culturales e impulsar las oportunidades de negocio de las empresas españolas en la isla caribeña. Pero el presidente Miguel Díaz-Canel, sucesor de los Castro, entiende su visita como algo más, un balón de oxígeno diplomático y quizá económico en un momento en el que la Administración Trump ha revertido buena parte de las medidas de apertura impulsadas por Barack Obama y en el que sus aliados en América Latina son menos o están debilitados.

Varios días llevan los medios oficiales del país informando de la llegada del jefe del Ejecutivo español. De hecho, no es difícil toparse por la calle con personas conocedoras del histórico viaje, el primero de un presidente español a la mayor de las Antillas desde que en 1986 Felipe González se reunió con Fidel Castro y, quizá lo más importante para el régimen comunista ahora, el primero de un mandatario internacional desde la llegada de Díaz-Canel al poder el pasado abril.

El diario estatal Granma publicaba este jueves una información en la que definía la cita como la confirmación de la «voluntad» de ambos Gobiernos de fomentar el «diálogo» y los «vínculos institucionales». En su versión digital, el citado diario situaba la noticia de la visita de segunda en su portada e informaba de que además de las conversaciones con Díaz-Canel Bermúdez, el presidente del Gobierno español realizará otras actividades en la isla.

Cuba está inmersa en un debate sobre la reforma de su Constitución, pero ni está dando pasos hacia la apertura política ni las reformas económicas pueden calificarse de algo más que tibias. Sin embargo, España entiende que hay que estar bien posicionado para el momento en el que decida dar pasos como los emprendidos por China o Vietnam, países de los que, por cierto, acaba de volver el presidente cubano, y que abrazan el liberalismo económico aunque mantienen la restricción de libertades públicas.

El caso es que el país caribeño aún no está en ese camino y ciertamente hay temor a la libertad de expresión. Basta un breve paseo por La Habana para darse cuenta de cómo pronunciar la palabra disidencia retrae hasta a los más abiertos a hablar del viaje de Sánchez, líder de un país al que consideran «hermano». «Ah, de eso no sé», «No lo puedo comentar», «Eso no nos toca hablarlo a nosotros», son algunas de las respuestas con las que uno se puede encontrar cuando se aborda la decisión del jefe del Ejecutivo de no reunirse con la oposición al régimen, al contrario de lo que hizo Obama en su trascendental viaje del 2016.

El PP excluye a Cosidó del equipo que investigará en el Senado la tesis del jefe del Ejecutivo

Mientras este jueves el PP presentó el equipo de senadores que trabajará en la comisión de investigación de la Cámara Alta sobre la tesis doctoral del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y en el que ha excluido a su portavoz, Ignacio Cosidó, Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea planteará al resto de grupos organizar una «estrategia común» frente a lo que han calificado de «al nuevo circo» que a su juicio va a ser esa comisión.

El PP ha impulsado la comisión de investigación para indagar en ese trabajo universitario de Sánchez tras negarse el presidente a comparecer en un Pleno monográfico sobre la cuestión. Los populares tienen la intención de llamarle a declarar, así como a los miembros del tribunal de tesis y otros expertos universitarios para que expliquen cómo se realiza un trabajo doctoral y su utilidad.

Aunque no hay fecha para la constitución de la comisión, fuentes populares apuntan a que será en la primera semana de diciembre. De momento, los grupos tienen que presentar la lista de vocales que quieren que participen. El primero en hacerlo fue el del PP. Su portavoz será la senadora salmantina y catedrática de Economía Financiera, Esther del Brío, y el portavoz adjunto, el canario catedrático de Cirugía Antonio Alarcó. Ambos serán los responsables de interrogar a Sánchez y no Cosidó, quien protagoniza los cara a cara con el presidente en los Plenos.