Pedro Sánchez destacó el buen entendimiento que existe entre España y Portugal y la intención de los dos Gobiernos de continuar aumentando la cooperación
22 nov 2018 . Actualizado a las 07:46 h.Pedro Sánchez se presentó en Valladolid con varios frentes abiertos. Tirón de orejas de Bruselas por los Presupuestos, un incendio en el Congreso con un socio imprescindible para aprobar las cuentas, la campaña de las andaluzas y la posibilidad de un adelanto electoral de las generales que en los últimos días sobrevuela la Moncloa. Por ello, el encuentro con el primer ministro portugués, António Costa en el marco de la Cumbre Hispano-Lusa fue todo un bálsamo para el presidente del Gobierno.
Sánchez destacó el buen entendimiento que existe entre ambos países y la intención de los dos Gobiernos de continuar aumentando esta cooperación, que espera que alcance su punto álgido con la celebración del mundial de Fútbol del año 2030 entre España, Portugal y Marruecos.
De momento es un proyecto en pañales, pero el jefe del Ejecutivo lo vendió como un mensaje al mundo «de fraternidad, de amistad... con un impacto tremendo en el conjunto de las tres sociedades». Por ello, Pedro Sánchez instó a la Federación Española de Fútbol y a las de los otros dos países a trabajar para darle forma: «Ahora toca construirlo a las federaciones. Serán ellas las que intenten materializarlo. El proyecto, de poder cuajar esta candidatura, sería inédito, porque nunca ha habido mundial entre dos continentes. El Gobierno de España lo mira con un entusiasmo ferviente», dijo.
Historia constitucional
Pero la cooperación no se ciñe a los puntos del acuerdo en asuntos balompédicos. Sánchez recordó un pasado reciente común. «Estamos celebrando a la par las cuatro décadas de nuestra historia constitucional», dijo, pero también un pasado más remoto, anunciando que en abril del 2020 Valladolid será el punto de partida de una exposición itinerante del 500.º aniversario de la circunnavegación del portugués Magallanes culminada por el español Elcano.
La cumbre de este miércoles reunió a diez ministros de cada país en un encuentro que se materializó finalmente en siete acuerdos y declaraciones «que tendrán una repercusión práctica en la vida» de los portugueses y los españoles, defendió Sánchez.
El jefe del Ejecutivo hizo hincapié en combatir de forma conjunta desde Lisboa y Madrid la despoblación - «Para repoblar, me gusta más este término», dijo-, así como en trazar estrategias comunes para la prevención de incendios.