El tirador aseguró que no quería matar a Pedro Sánchez, sino impresionar a la chica de VOX

La Voz

ESPAÑA

«Quería quedar de patriota. Era una fantasía estúpida provocada por la ingesta de alcohol», dijo durante su declaración

09 nov 2018 . Actualizado a las 19:17 h.

Manuel Murillo iba de farol. Ni tenía un plan para intentar matar a Pedro Sánchez, ni intención de trazarlo; lo único que quería era impresionar a una mujer, la misma que acabó denunciándole ante los Mossos, «quedar de patriota» delante de ella. Así lo reconoció durante su declaración, a la que ha tenido acceso el programa de Espejo público de Antena 3, en la que además señaló que no tenía «edad para participar en un alzamiento». «Por Dios, era una fantasía estúpida provocada por la ingesta de alcohol», confesó.

El vigilante de seguridad, tirador aficionado, admitió haber enviado los wasaps que precipitaron la denuncia, mensajes incendiarios compartidos en una conversación colectiva que activaron las alarmas de una de sus participantes, una dirigente regional de VOX que no dudó en poner el tema en conocimiento de las autoridades. Ni se imaginó que la única intención del que tecleaba al otro lado de la pantalla -siempre según el testimonio de Murillo- era deslumbrarla con su arrojo.

Los wasaps del detenido

El citado programa ha tenido acceso a todos los mensajes enviados por el detenido. En ellos, llega a decir que si «sacan» a Franco (del Valle de los Caídos), «me lo cargo (al presidente del Gobierno)». «Ya me gustaría tenerlo un día en el punto de mira», escribe en otro, y en otro más: «Si no hay elecciones pronto y sigue este desgobierno de ineptos corruptos y traidores, que consienten la invasión y destrucción de España y no tienen ningún interés patriótico... Debemos volver al oeste de Far West. Todos con el revólver en el cinto».

Murillo propone también en sus wasaps que «un comando asalte por la fuerza la Moncloa» y llama al «alzamiento nacional»: «Ya sabe, quien da primero da dos veces. Llamo al ejército y a la legión, mi gran preferida, que se alce con algún general valiente y salvemos España. Si no, tendremos que ir de tiradores anónimos cargándonos a esos hijos de puta y dando nuestra vida con orgullo por nuestra patria. Voy a arrasar con el Valle de los Caídos. No quedará ni el sepulturero. Necesito ayuda y organización, pero tengo muchas arma y munición y todo esperando el momento de salvar a España».

En otro mensaje más comenta que le gustaría hablar de su plan con Santiago Abascal, presidente de VOX. «Yo soy francotirador y con un tiro preciso se acaba con Sánchez», añade. Pide, sin embargo, información a los miembros del grupo, «para acabar con el Gobierno». «Me ofrezco como experto tirador para dispar a Pedro Sánchez. A mi no me importaría morir si se salva España». «Necesito a algún periodista que me pase información de la agenda de Pedro Sánchez. Pienso alquilar un piso cerca y preparar todo como en la peli Una bala para el Rey. Soy bastante bueno disparando. Sería lo más rápido para que hubiese elecciones ya y sacar a ese hijo de puta de en medio». «Un buen sitio sería durante un mitin o cualquier acto público como murió Kennedy. Yo no soy cazador, pero lo haría para salvar a España». 

Su declaración

Durante su declaración, ya detenido, Murillo aseguró haberse quedado «alucinado» al leer lo que había escrito: «Es la primera vez que mando mensajes de este tipo, es decir, expresando mi voluntad de matar a Pedro Sánchez». Alega que había bebido; una botella entera de vino y después un «tubo», concretó. «Recuerdo que lo hice estando en un hostal al que suelo acudir -añadió-, casi siempre que voy me bebo una botella y creo que me bebí también algunas cervezas por la mañana». Mantiene también que nunca se le había pasado por la cabeza matar a Pedro Sánchez, «ni a nadie», que se le iba ocurriendo según lo escribía, «probablemente fruto del alcohol». «Los leo y me doy cuenta de que son tonterías, porque no tengo dinero para alquilarme un puso como para desarrollar un plan criminal. Vivo en un loft con mi madre enferma».

Explica, además, que vivió una mala época el año pasado porque no encontraba trabajo, que ahora trabaja en un empresa de seguridad, en la que hace 240 horas al mes en turnos, por lo que, dice, tiene «cierta estabilidad». Finalmente, repasa su arsenal de armas y la munición encontrada en su casa: asegura que nunca las ha sacado a la calle, que las utiliza para practicar y que se fabrica él mismo las balas.