El caso Susqueda da un nuevo giro: ¿Quién mató realmente a Marc y Paula?

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

Mossos d'Esquadra

Un nuevo testigo declara haber visto aquel 24 de agosto a un exlegionario en la zona del pantano. Otros apuntan haber visto a las víctimas ocho horas después de los disparos

15 oct 2018 . Actualizado a las 19:15 h.

El presunto autor del doble crimen del pantano de Susqueda, Jordi Magentí, ha pedido al Juzgado de Instrucción 2 de Santa Coloma de Farners (Girona) que le deje en libertad al no existir «ninguna prueba o indicio" que le implique en el homicidio de los jóvenes Marc y Paula el 24 agosto de 2017. El principal acusado lleva siete meses y medio en prisión provisional. 

En su escrito, y según informa este lunes Europa Press, el abogado Benet Salellas defiende que los resultados de los análisis de ADN en restos de sangre recogidos por los Mossos d'Esquadra en la investigación han dado «resultados negativos, incluso las pruebas más exhaustivas de lofoscópica ( ciencia que estudia los diseños formados por las crestas papilares situados en la superficie de la piel)». Según el letrado, a estas alturas de la investigación, «no consta ni una sola prueba objetiva más allá de conjeturas que puedan establecer una relación entre Jordi M.G. y los cuerpos de Marc y Paula». Recuerda que hasta el momento no se ha hallado el arma homicida, y dice que pudo haberse usado contra ellos no solo un arma de fuego, sino también un objeto cortante, por lo que «esta combinación de mecanismos sugiere clarísimamente la participación de más de una persona».

Apunta a que no se han registrado lugares esenciales como la barraca habitada por un vecino en el torrente de la Font del Borni, a escasos metros de donde apareció el cadáver de Marc, y que en la zona del pantano hay tres zonas con residentes que podían moverse sin ser captados por las cámaras de seguridad de los accesos. Cita por ejemplo la declaración de un juez de paz que dijo que entre ellos hay un exlegionario (con conocimiento del uso de armas) «con problemas familiares y sociales». Salellas también resalta que algunos de los interrogados sitúan los disparos que escucharon en la zona de la cantera, y no en la playa de la Rierica, y que al menos tres personas afirmaron haber visto a las víctimas después de que se escucharan los disparos en el pantano, donde además, «era día permitido para la caza».  

También indica el abogado que el día de los hechos las antenas telefónicas detectaron miles de terminales en la zona del pantano y, según las grabaciones de las cámaras de seguridad, hubo multitud de vehículos que llegaron esa mañana al pantano. Concluye Benet Salellas que la investigación está «absolutamente inacabada, incompleta y parcial» y que se ha dirigido solamente a confirmar una única hipótesis policial contra su cliente.