El Gobierno amenaza con recurrir si el Parlamento catalán desobedece al juez

Paula de las heras MADRID / COLPISA

ESPAÑA

J.J. Guillén | Efe

Deja entrever que acudirá al Constitucional, pero insiste en su voluntad de diálogo

06 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Ni el hecho de que Esquerra haya sucumbido a la presión de Junts per Catalunya y se haya mostrado dispuesta a apoyar un acuerdo que, según los propios letrados del Parlamento catalán, contraviene el mandato del Tribunal Supremo sobre los diputados procesados ni las amenazas del presidente de la Generalitat desalientan al Gobierno. La portavoz del Consejo de Ministros, Isabel Celaá, advirtió este viernes de que, si finalmente la Cámara catalana valida la semana próxima el pacto para permitir que Carles Puigdemont, Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull sigan ejerciendo sus funciones por voto delegado, el Gobierno «actuará en consecuencia», pero mantuvo la mano tendida al diálogo.

Celaá admitió, antes incluso de recibir preguntas al respecto, que el Ejecutivo está «seriamente preocupado» por la actitud que esta semana ha demostrado Quim Torra, enrocado en su amenaza de retirar el apoyo parlamentario a Pedro Sánchez si no pone sobre la mesa un referendo de autodeterminación en el plazo de un mes. También dejó clara su inquietud por los episodios violentos vividos entre el fin de semana pasado y el lunes, con el intento de asalto de los CDR al Parlamento autonómico, y por la discusión que acabó con una nueva suspensión del pleno. «El independentismo está sufriendo una crisis importante y arrastra en su deriva a toda Cataluña», reprochó.

Sin embargo, aún tiene esperanzas en que la situación pueda reconducirse. La ministra evitó concretar, de hecho, qué pasos dará el Ejecutivo si se consuma la desobediencia al Supremo, que el pasado julio decretó la suspensión en las funciones y cargos públicos de los parlamentarios citados. En principio, nada hace pensar que el Gobierno tenga en mente la aplicación del artículo 155 de la Constitución, reclamada un día sí y otro también tanto por el PP como por Ciudadanos. Todo apunta a un recurso ante el Tribunal Constitucional, que, al ser interpuesto por el Ejecutivo, conllevaría la suspensión inmediata de la decisión, pero la amenaza quedó algo diluida.

De llevarse a cabo, sería la segunda impugnación del Gobierno de Sánchez a una actuación del independentismo catalán ante el máximo intérprete de la Carta Magna desde que llegó a la Moncloa. El pasado septiembre también presentó un recurso contencioso administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña contra la reapertura de embajadas catalanas en Europa. Pero ahora se vive un clima de mayor tensión. 

Paciencia

Celaá, no obstante, emplazó a los independentistas a que diriman si quieren hablar con el Gobierno de Sánchez sobre una mejora del autogobierno catalán «sí o no». «Porque si alguien decía el otro día (en alusión al diputado de ERC Gabriel Rufián) que los ultimátums los carga el diablo, la retórica viene a estar cargada muchas veces de insinuaciones muy poco deseables a la hora de alcanzar acuerdos», apuntó. «Dejemos y tratemos que las decisiones equivocadas y sobrecargadas del pasado no canalicen salidas de futuro. Vamos a ver si buscamos más racionalidad, menos gesticulación», señaló. E indicó que el Ejecutivo tiene la «obligación» de tener «toda la paciencia» con el Gobierno catalán porque ha de asumir la responsabilidad de contribuir a «cerrar heridas» en una sociedad fracturada.

«Es muy difícil cabalgar un tigre, te acaba devorando», advierte Casado a Sánchez

El líder del PP, Pablo Casado, lamentó este viernes que el Gobierno central sea «rehén» de los partidos independentistas de Cataluña y advirtió al presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, de que «es muy difícil cabalgar un tigre» porque al final este te termina «devorando». Pablo Casado consideró, en un almuerzo coloquio celebrado en Sevilla, que lo que está pasando actualmente en Cataluña es algo «insoportable», ante lo que el PP está planteando una agenda «en positivo», de fortalecimiento institucional.

Casado se mostró convencido de que el Gobierno volverá a aplicar el artículo 155 de la Constitución de forma duradera, porque «el nacionalismo ha seguido siendo ‘‘desleal’’ y los partidos constitucionalistas no sumamos una mayoría suficiente, un escenario en el que hace falta recuperar la legalidad y la concordia en Cataluña», justificó.

El líder del PP se mostró muy preocupado por la situación de violencia que se está viviendo en las calles catalanas. «Ya hay una kale borroka que intenta invadir el Parlamento catalán, que se enfrenta a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y que destroza negocios, algo que es más propio de los estados totalitarios», argumentó. Casado planteó como solución una batería de medidas que pasan por activar el artículo 9 de Ley de Partidos Políticos, que establece que puede ser ilegalizada cualquier formación que aliente o justifique la violencia. También se refirió a la posibilidad de que un partido deje de recibir dinero público cuando justifique actos violentos.