Colau quitará una avenida a los Borbones en Barcelona

La Voz REDACCIÓN

ESPAÑA

EUROPA PRESS

Su primer teniente de alcalde asegura que la huella de la dinastía borbónica fue y es «infausta»

05 oct 2018 . Actualizado a las 17:23 h.

El Ayuntamiento de Barcelona ha iniciado el procedimiento para cambiar el nombre a una avenida de la ciudad hasta ahora dedicada a los Borbones, dinastía cuya huella el equipo de Ada Colau considera «infausta», según ha asegurado el primer teniente de alcalde de la capital catalana, Gerardo Pisarello. El cambio que llevará a cabo el Gobierno municipal supondrá que la actual avenida Borbó pase a llamarse avenida dels Quinze. «Esperamos que en los próximos meses lo podamos hacer efectivo y celebrarlo con una fiesta», señaló la concejala del distrito donde se ubica la vía, Nou Barris, Janet Sanz, en declaraciones recogidas por Europa Press.

 Por su parte, el primer teniente de alcalde ha explicado este viernes que la idea del Gobierno local es reducir en la ciudad condal la huella borbónica, que considera desafortunada. «La huella de la dinastía borbónica fue infausta en el pasado y continúa siéndolo en el presente», ha subrayado Pisarello, quien ha celebrado que un nombre «vinculado a la idea de privilegio» sea sustituido por otro «vinculado a la gente anónima que hace democracia día a día».

El tranvía de las 15 pesetas

La iniciativa para llevar a cabo este cambio partió de la asociación de vecinos Torre Llobeta-Vilapicina y la Taula Unitària de Nou Barris per la República, quienes reunieron más de 1.300 firmas en apoyo de la petición. La nueva denominación, Els Quinze, se debe, según explicaron los promotores de la iniciativa, a que así se llamaba ese punto de la ciudad porque hasta ahí el tranvía costaba 15 pesetas.

La concejala del distrito anunció oficialmente la decisión en Twitter y destacó el reconocimiento que supone a la «memoria republicana» del Nou Barris.

El cambio en el callejero barcelonés no es la primera iniciativa del equipo de Colau para reducir la simbología monárquica en la ciudad. En octubre del 2015, en mitad de la polémica, se retiró de la sala de plenos del Ayuntamiento barcelonés un busto del rey Juan Carlos I. La alcaldesa explicó entonces que la decisión se debió a la necesidad de corregir «la sobredimensión de la iconografía monárquica» y la anomalía que suponía la representación de un monarca que, desde el 2014, ya no era jefe de Estado.