Cataluña iría a la ruina sin España

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Enric Fontcuberta | Efe

El Estado es el único banco que le presta dinero, acumula casi el 80 % de su deuda, le ha dado ya 78.361 millones en ayudas del FLA y le compra el 45 % de todo lo que vende

05 oct 2018 . Actualizado a las 07:53 h.

Mientras que desde la Generalitat se reivindica permanentemente la independencia como una especie de bálsamo que solucionará todos los males económicos de Cataluña, y se culpa a España del empobrecimiento progresivo y los recortes que están padeciendo los catalanes, lo cierto es que la secesión de España y la salida automática de la Unión Europea que esta llevaría acarreada inevitablemente supondrían la ruina económica para los catalanes. De hecho, Cataluña tiene una dependencia casi absoluta de España en términos financieros y comerciales. Y la ruptura abrupta de ese vínculo le llevaría a la bancarrota.

77,6 %

Deuda con el Estado

El Estado español es el máximo acreedor de Cataluña y prácticamente el único que le presta. Lejos de ser un lastre, España es desde hace años el único banco al que tiene acceso Cataluña para financiarse, porque debido a su situación económica y política tiene cerrada la entrada a los mercados de crédito internacionales. En estos momentos, un 77,6 % de toda la deuda de Cataluña está en manos del Estado español, lo que representa más de 53.000 millones de euros. Pese a ello, la economía catalana ha seguido recibiendo miles de millones de euros a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). La Generalitat ha intentado en varias ocasiones en los últimos años abandonar ese único mecanismo que le proporciona liquidez a través del Estado, reuniéndose con inversores internacionales. En todos los casos, esos intentos han fracasado por falta de confianza de los mercados.

78,7 %

Cataluña vende casi todo a España y la UE

Los efectos que tendría para Cataluña una declaración de independencia de España serían catastróficos. No solo por su dependencia financiera del Estado español, sino porque un 78,7 % de todo lo que vende Cataluña se lo compran el resto de autonomías españolas y la Unión Europea. España es el principal socio comercial de los catalanes, a los que vende un 45 % de todos los bienes que exporta, lo que equivale a unos 44.479 millones de euros. La Unión Europea se lleva otro 33,7 % de todas sus exportaciones, con un valor de unos 36.940 millones de euros. Si Cataluña se independizara, tanto España como la Unión Europea aplicarían a esas exportaciones el arancel correspondiente a países extracomunitarios, lo que resultaría ruinoso. Las exportaciones de Cataluña al resto del mundo son muy inferiores, un 22 % del total, hasta el punto de que los catalanes le venden más a una comunidad como Cantabria, con medio millón de habitantes, que a Estados Unidos, con una población de 300 millones de personas. A Francia, limítrofe con Cataluña, le vende casi lo mismo que a Aragón. Y a Murcia, más que a China.

17.900 m. €

La que más vende al resto de autonomías

Cataluña es la comunidad que más vende al resto de las autonomías españolas. Esa posición supone que tenga el mejor saldo comercial del país, con un superávit de 17.900 millones de euros de diferencia a su favor entre lo que vende y lo que compra, según los datos del Centro de Predicción Económica. La independencia lastraría enormemente ese superávit. A quien más le vende Cataluña es a Aragón, un 27,5 % del total, seguida de la Comunidad Valenciana, con un 12,7 %. Galicia ocupa el undécimo lugar entre las comunidades a las que vende Cataluña, con solo un 3 % del total.

78.450 m. €

La comunidad más endeudada de España

La deuda de Cataluña es la mayor de todas las comunidades españolas y también la que representa un mayor porcentaje respecto a su PIB. En total, sumando lo que le debe al Estado y a los bancos, Cataluña tenía a principios del 2018 una deuda de 76.831 millones de euros. Esa deuda era ya en el segundo trimestre del 2018 de 78.450 millones de euros. Lo que debe Cataluña supone el 34,5 % de su PIB. Comparativamente, Galicia debía a principios del 2018 11.137 millones de euros, lo que supone solo el 18,6 % de su PIB. La deuda per cápita de Cataluña, casi el 80 % de ella en manos del Estado, es también la mayor de todas las comunidades. Cada catalán debe 10.037 euros, frente a los 4.998 euros que debe cada madrileño, o los 4.119 que adeuda cada gallego.

78.361 m. €

Cataluña se lleva la tercera parte del FLA

Cataluña es, con mucho, la región que más se ha beneficiado de los Fondos de Liquidez Autonómica, instaurados para dotar de recursos a las comunidades para que puedan hacer frente al pago de nóminas a los funcionarios o la prestación de servicios básicos como educación, sanidad o dependencia. Desde el año 2012, fecha que coincide con el inició del llamado procés, Cataluña ha recibido ya 78.361 millones de euros del FLA y otros mecanismo de liquidez, una cantidad que casi triplica el presupuesto anual de la Generalitat y que supone que Cataluña se ha llevado una tercera parte de todos los fondos que la Administración central ha inyectado a las comunidades para evitar su quiebra tras la crisis. Para el cuarto trimestre del 2018, el Gobierno ha anunciado que repartirá 5.563 millones de euros de liquidez a las autonomías, de los que Cataluña se llevará 1.965 millones, un 35,3 % del total. Si se independizara, lógicamente no tendría acceso a esos fondos.

267.000 m. €

Una deuda gigantesca para empezar

El dato más demoledor de lo que supondría para Cataluña independizarse de España es que esa ficticia república nacería con una deuda de más de 250.000 millones de euros. De entrada, al representar el 19 % del PIB español, tendría que asumir 183.000 millones de euros de la parte que le toca por la deuda de conjunto del Reino de España. De negarse a abonar esa deuda, su crédito internacional se desplomaría aún más. A esa cantidad habría que sumar su propia deuda pública en los mercados, que ha acumulado a lo largo de los años y que asciende a 77.222 millones de euros, y la que deben sus empresas públicas, más de 2.000 millones de euros, más lo que deben los ayuntamientos y diputaciones catalanas, casi 5.000 millones.