Los Franco quieren honores militares para el segundo entierro del dictador

ramón gorriarán MADRID / COLPISA

ESPAÑA

SERGIO PEREZ | Reuters

Los nietos del general piden la recusación de la instructora del proceso de exhumación por socialista

03 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Himno nacional, armas presentadas, descarga de fusilería y salva de cañonazos. La familia Franco quiere esos honores militares para el segundo entierro del dictador cuando sea exhumado y trasladado a la cripta familiar de la catedral madrileña de la Almudena. Así se recoge en las alegaciones presentadas por los siete nietos del general contra la decisión del Gobierno de desenterrar los restos de Francisco Franco de la basílica del Valle de los Caídos para trasladarlos al templo situado en el centro de Madrid y frente al Palacio Real.

El Gobierno aún no ha resuelto sobre las alegaciones de los Franco, pero es muy improbable que se atienda su petición porque, si bien se comprometió a darle sepultura «con dignidad y respeto», en ningún momento se pensó en los honores militares. Ceremonia, además, que ya se organizó en el primer entierro del dictador el 23 de noviembre de 1975, cuando hubo un desfile militar ante el ataúd antes de trasladarlo al Valle de los Caídos.

Solo si hay exhumación

La familia Franco, de todas maneras, plantea el asunto de los honores solo si sus alegaciones contra el real decreto ley no son atendidas y se produce la exhumación. En el escrito con fecha 28 de septiembre entregado ante el Ministerio de Justicia, los nietos arguyen que es inconstitucional el real decreto ley porque no hay razones de «urgente necesidad». También alegan que se vulnera el derecho a «la intimidad personal y familiar», así como a la libertad religiosa, recogidos en la Constitución. Argumentan asimismo que se produce una invasión de competencias de la Comunidad de Madrid sobre sanidad mortuoria. Así hasta once alegaciones para desbaratar «una colosal chapuza jurídica que apenas encubre el rostro totalitario y revanchista» del Gobierno socialista.

Los familiares del dictador plantean asimismo la recusación de la instructora del procedimiento de exhumación, la subsecretaria del Ministerio de Justicia, Cristina Latorre. Afirman que su trayectoria política denota «su falta de parcialidad [sic]» y recuerdan que fue vice secretaria general y secretaria general de la Presidencia del Gobierno con José Luis Rodríguez Zapatero. Unos cargos políticos que ponen de manifiesto, según los nietos del dictador, «su adscripción ideológica al partido del Gobierno».