Conminan al Centro Gallego de Barcelona a retirar las banderas española y gallega

mercedes lodeiro REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

Mercedes Lodeiro

Las amenazas provienen de la Generalitat y de los grupos secesionistas en el Ayuntamiento

15 sep 2018 . Actualizado a las 16:48 h.

Hace años o en otro país, pasarían desapercibidas las banderas que ondean en el balcón del Centro Gallego de Barcelona: la gallega, la española y la catalana. Situado en la privilegiada Rambla de los Capuchinos, por donde pasan al día más de 200.000 personas, la mayor parte turistas, la entidad cultural fundada en 1892 y trasladada a la actual sede en 1948 es víctima de la presión independentista desde ya hace más de un año. Los secesionistas, que hace tiempo llenaron los balcones de esteladas y otras pancartas de promoción contra el Estado español, también intentaron eliminar todo aquello que tuviese reminiscencias españolas, empezando por la bandera de España.

Esa es la guerra que han emprendido contra el Centro Gallego de Barcelona, según denuncia su presidente, Carlos Mandianes, quien ha recibido «amenazas de la Diputación, el Ayuntamiento y la Generalitat por tener la bandera española y la gallega en el mástil de fuera». «Solo quieren que se vea la catalana», afirma. Y presume: «La única bandera española que hay en la Rambla es la nuestra».

El presidente es partidario de poner también la de la Unión Europea
El presidente es partidario de poner también la de la Unión Europea Mercedes Lodeiro

Otras instituciones como el Liceo, relata, tenían las tres, y el año pasado con motivo del 1-O dejaron solo la cuatribarrada. Sospecha Mandianes que se debió de quejar algún socio porque este año la han sacado y ahora no hay ninguna. También cita el caso de la sede de UGT, donde sus dirigentes retiraron la bandera española y dejaron la catalana. «Fue un año de una lucha brutal. Ha sido el peor año de la gestión de una entidad como esta, pero no se ha cedido, la banderas gallega y española se mantienen y yo pondría la europea», comenta.

Asegura que las presiones fueron por no posicionarse a favor del independentismo, y que llegaron de representantes de la Generalitat del Gobierno de Puigdemont y de miembros que están en la oposición en el Ayuntamiento de Barcelona. Él, según afirma, siempre les dijo que «esto es un centro cultural que se debe a Galicia y a los socios» y que «como presidente debo de dar cabida a todos, independentistas y no independentistas».

Como asociación que representa a gallegos, el directivo comenta que «se echa de menos que las instituciones gallegas no hayan dado algún soporte este año tan duro». Mandianes explica la incoherencia en la que caen los independentistas que tanto presumen de Gaudí: el Centro Gallego y sus 3.500 socios son propietarios del piso que ocupa, que fue la vivienda del conde Güell en La Rambla y que daba acceso a su palacio. «Lo mantenemos los gallegos», dice orgulloso de la arquitectura de Antonio Gaudí que tiene: sus vidrieras, las puertas, la escalinata, los agujeros en zócalos para guardar el dinero... «Hay colas en el parque Güell y en la Pedrera y nadie sabe de esta joya», lamenta.

Una de las posibles consecuencias de no claudicar ante las instituciones catalanas es que cuando ha pedido ayudas para restaurar el inmueble, que depende de Patrimonio de la Generalitat, siempre la han dicho «no hay presupuesto. «No podemos arreglar nada ni cuando se inunda por la lluvia», mantiene. Ahora ha tenido que ser Patrimonio Nacional el que se ocupe. «Se comprometió el Gobierno de Rajoy y ahora el de Sánchez ha mantenido ese compromiso», asevera.