Una votación en la que se ponen en juego 5.000 millones

f. B. MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

El Congreso dedice en septiembre el techo de gasto para los presupuestos

16 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Pedro Sánchez se encontró en julio con que los partidos que le ayudaron a conquistar el Gobierno en la moción de censura sobre Rajoy no le seguirían prestando sus diputados para el resto de las votaciones, por lo que cada vez que quiera impulsar algo en las Cortes, con el no de PP y C´s, está obligado a pagar el peaje de Podemos y de los representantes del nacionalismo y el independentismo vasco y catalán. Entonces, los objetivos de deuda y déficit que llevó al Congreso la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, recibieron solo 88 votos a favor frente a 173 en contra (Podemos se abstuvo), significando el primer gran varapalo para el presidente del Gobierno. 

En septiembre volverá a disfrutar de una nueva oportunidad para sacar adelante esta votación, requisito imprescindible para la elaboración de los nuevos Presupuestos del 2019. Será la definitiva. Podemos busca presionar para que la titular de Hacienda envíe a Bruselas unos nuevos objetivos de déficit por encima del 1,8 % y poder aumentar el gasto, algo que en principio no sucederá, tal y como volvieron a confirmar ayer en Hacienda. 

Un nuevo tropiezo

¿Qué sucede si vuelve a suspender en septiembre? En caso de que Sánchez vuelva a tropezar al regreso de las vacaciones, además de quedar en evidencia su debilidad parlamentaria, su Gobierno se limitaría a confeccionar los Presupuestos ateniéndose a la senda de estabilidad vigente para el año (un 1,3 % de déficit, medio punto por debajo de la acordada). En la práctica, esto supone que todas las administraciones disfrutarán de unos 5.000 millones menos para gastar el próximo año en «educación, sanidad, dependencia y pensiones», apuntan desde Moncloa, entorpeciendo así su objetivo de «reconstruir el Estado de bienestar destruido por la derecha».