Detenido un miembro de La Manada por intentar robar unas gafas de sol

La Voz

ESPAÑA

Atlas

Ángel Boza, el integrante más joven del grupo, intentó atropellar a dos guardias de seguridad en su huida. Ya tenía antecedentes por robo y contra la seguridad vial

02 ago 2018 . Actualizado a las 15:29 h.

La Policía Local de Sevilla ha detenido a Ángel Boza, uno de los integrantes de La Manada, por intentar robar unas gafas de sol en El Corte Inglés en el barrio de Nervión. El ahora arrestado habría además intentado atropellar a dos guardias de seguridad en su huida.

Boza se encuentra en los calabozos de comisaría. Fuentes policiales han confirmado la agresión y han indicado que se ha llevado a cabo la detención tras el aviso de una dependienta, poco antes de las 22.00 horas. Los agentes de seguridad privada persiguieron a Boza hasta los aparcamientos del centro donde tenía estacionado su vehículo y, lejos de atender las indicaciones de los vigilantes, arremetió con su coche contra dos de ellos, que resultaron lesionados y precisarán asistencia médica, aunque su estado no reviste gravedad.

Los responsables del centro comercial comunicaron lo ocurrido al Grupo Giralda de la Policía Local, cuyos agentes localizaron el coche y a Ángel Boza circulando en las inmediaciones de los Jardines de Murillo, en la citada avenida Menéndez Pelayo de la capital.

«Un jarro de agua fría»

Agustín Martín, el abogado de Angel Boza considera que la detención de su cliente no tiene por qué afectar a su actual situación de libertad condicional, aunque ha expresado su malestar por los hechos que «suponen un jarro de agua fría» para los otros cuatro miembros de la Manada.

Su abogado, en una entrevista en Telecinco recogida por Europa Press, entiende que los hechos por los que ha sido detenido no afectan en «absolutamente nada» a la libertad condicional de su cliente, por considerar que la reincidencia tiene que tener relación con los delitos por los que está condenado en otro procedimiento. «En este caso, para que exista reincidencia tiene que haber sentencia condenatoria, pero tampoco afectaría al asunto de Pamplona que es algo absolutamente claro y determinado en cuanto a la naturaleza del delito», ha explicado Martín.

El letrado se ha mostrado, no obstante, molesto por la detención por los hechos: «Se me van a tener que dar explicaciones porque yo no voy a ir poniendo la cara públicamente para que me la partan y, aunque yo no soy responsable de lo que este señor haga, hay muchas personas afectadas». El abogado ha precisado que su labor con sus clientes «no es decirles que no cometan ningún delito», puesto que sus consejos se limitan a «ser profesionales, cumplimentar el autor de libertad y a partir de ahí se supone que nadie va a ir robando gafas».

Ha insistido en que «la responsabilidad de los actos dependen de las personas que los realizan», pero considera «injusto», en alusión al resto de los miembros de La Manada, que «haya que valorar a todas las personas de un grupo como tal en la misma situación». Por ello, ha lamentado que todos los miembros de La Manada, sobre los que ha reconocido que no son «ejemplo de absolutamente nada», se vayan a ver envueltos «en un titular por este asunto con el que no tienen nada que ver», cuando «están intentando tener un comportamiento ejemplar y esto supone una quiebra más de su anonimato». 

El más joven y con antecedentes

Ángel Boza, de 26 años, era el miembro más joven de La Manada. De hecho, su apodo era El Aspirante, porque se suponía que todavía tenía que pasar más pruebas para entrar en La Manada. Tenía antecedentes por delitos de robo con fuerza y contra la seguridad vial antes de ser condenado por abuso sexual tras la agresión a una joven madrileña en los Sanfermines de 2016. 

Los integrantes de la Manada, en una imagen de archivo. Ángel Boza es el segundo por la derecha, con la cara parcialmente tapada por uno de sus amigos y compañero en el chat, Jesús Escudero
Los integrantes de la Manada, en una imagen de archivo. Ángel Boza es el segundo por la derecha, con la cara parcialmente tapada por uno de sus amigos y compañero en el chat, Jesús Escudero

Boza además fue cambiado de módulo en la cárcel de Pamplona durante su estancia en prisión preventiva por participar presuntamente en una paliza grupal a otro preso, un chico musulmán, que acababa de ingresar en prisión condenado por un abuso sexual a una joven en un bar. Estos hechos fueron negados después por su abogado.